Ni una justificación por parte del Cabildo de Gran Canaria, ni una respuesta, ni una protesta, ni una voz de queja…

Hoy, 1 de diciembre del año de gracia 2.024, salvo error u omisión, se cumplen 400 días de retraso en las obras y entregas del Mercado Interminable de Maspalomas. Lo que se piensa pronto, se escribe enseguida en el teclado periodístico, y que si se reflexiona, siquiera mínimamente, tan solo unos cuantos segundos, tampoco hace falta más, resulta toda una ofensa a la dignidad de Maspalomas, toda una vergüenza y toda una desvergüenza. Sobre todo por el bochornoso sigilo que gira en torno al mismo.

Un tema que hemos tratado en profusión desde el periódico digital «maspalomasplus.com» con datos, con contradicciones, con cambio presupuestario, con cambio de fechas, con fotografías, con paneles que salieron ante el Mercado Interminable de Maspalomas cuando descubrimos los «errores» que saltaban a la vista, allá por octubre del ya lejano año de 2.022, en medio de un bochornoso panel que bamboleaba escandalosamente ante el probo ciudadano. El que pasa por la severa y cada día más agresiva taquilla de los impuestos y que se empobrece cada día un poco más ante la indiferencia de tantos otros que no se inmutan lo más mínimo.

Cuatrocientos días sin ninguna justificación por parte del Cabildo de Gran Canaria, administración que se hizo cargo en su día de la presupuestación inicial por un importe de 5.987.223 euros, y cuyo presidente, Antonio Morales, no respondió a las demandas de «maspalomasplus.com» de una entrevista presencial, o vía correo electrónico, de un artículo y de un informe, solicitada en su día, y cuya respuesta, a estas alturas, aún esperamos sin desesperar.

Siempre pensamos, tal como hemos dejado constancia expresa y manifiesta desde estas páginas, que salir a dar la cara, lamentarse por lo sucedido y tratar de rectificar públicamente, hubiera sido, en su día, lo más razonable. Y este pueblo, que aguanta tanto, seguramente hubiera aplaudido el gesto, el detalle, la claridad, la nobleza. Aunque de aquí a la inauguración del Mercado Interminable de Maspalomas, cuya fecha para los fastos correspondientes, entre un desfile de coches oficiales, saludos, abrazos, sonrisas, palmadas en la espalda, admiraciones, recorrido por las dependencias, felicitaciones, coktaik interminable, saraos y otros varios, aún queda tiempo…

Pero tampoco esperemos demasiado. Que ya dice que el que espera, desespera.

Semejante inacción, tamaña insensibilidad política y tanta dejación de funciones por parte de quienes sean los culpables y responsables –¿o no?– resulta verdaderamente sorprendente a ojos de todos. Más aún, todavía, porque algunos, tal vez, en su endiosamiento y borrachera de poder, puedan pensar que el paisanaje ciudadano no se entera de nada o, si se entera, todo le da igual. O sea, en castellano, que le resbala. Lo que, de ser cierto, resultaría otra indignidad de monumental tamaño, además de un craso error.

Se pueden entender algunas circunstancias. Pero tanto olvido y tanto retraso como el de una obra como la del Mercado Interminable de Maspalomas, que se encuentra rodeado de basuras –cristales rotos, botellas, garrafas, cartones, telas, bolsas, latas, lonas y otros muchos– y de desperdicios, entre un olor nauseabundo y repugnante , así como de un núcleo chabolista, como ya descubrió el periódico digital «maspalomasplus.com» desde estas páginas, https://maspalomasplus.com/maspalomas-hoy/actualidad/maspalomasplus-com-descubre-un-nucleo-chabolista-y-marginal-junto-al-mercado-municipal-galeria-fotografica/, y un aparcamiento lamentable, donde se observan determinados trasiegos…

Toda una realidad tan lamentable como pavorosa, cuya estampa se puede observar de modo permanente con tan solo pasarse por el lugar indicado, que se encuentra ubicado en uno de los puntos más céntricos de Maspalomas, a unos quinientos metros mal contados del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, por una parte, a unos trescientos o cuatrocientos metros, del Centro de Salud, de Salud y a unos dos kilómetros y poco de la playa, repleta, siempre, de visitantes, en su calidad de un emblemático municipio turístico situado en los lugares de más alta demanda del turismo español y europeo…

Allá cada uno con su conciencia, con sus obligaciones, con sus responsabilidades. con sus deberes. Las políticas, las morales, las ciudadanas y las del servicio público.

Pero que hayan pasado cuatrocientos días y ni una sola explicación por parte de nada ni de nadie resulta verdaderamente indigno, extraño, sorprendente. lamentable.

Nota: La fotografía de la portada es del 27 de febrero de 2.023, cuando Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, se interesaba por las obras del Mercado Interminable de Maspalomas.