«Quieren los empresarios que los propietarios de apartamentos y bungalow dejen de usar su propiedad y se la entreguen a ellos para hacer negocio. Veamos un ejemplo, también en la joya turística del Campo Internacional de Maspalomas».
Nuestro ilustre periodista Jorge Alemán me pidió en 2021 que desarrollara una sección dentro de su programa “Bienvenidos al Club de UD RADIO”. Le llamó “Un Club Original con Agustín Santana” y su idea era que aprovechara los temas de mi web bachpuccinithebeatles.com para convertirlos en treinta minutos de emisión.
Como su nombre indica quería que fuesen programas originales, temas que no se escuchasen normalmente en las emisoras de radio, con contenidos de interés general, en economías o en cultura, y con el objetivo CANARIAS siempre como punto de referencia.
Desde entonces hemos publicado cuarenta y siete programas, los jueves de 12:30 a 13:00, y los he incluido posteriormente también en mi web. Hago esta introducción porque en estos momentos tenemos un lamentable debate sobre los propietarios de apartamentos o bungalow que residen en zonas turísticas del Sur de Gran Canaria.
Para dar mi opinión sobre este tema tan delicado me apoyaré en Un Club Original emitido el 10 de marzo de 2022 con el título “Turismo de Calidad en Canarias”.
El turismo es el principal sector económico para Canarias pero depende en gran medida de los Tour Operadores externos donde se queda el mayor importe del negocio, y se ha consolidado un turismo de masas que genera más impactos negativos que positivos, ocupando y deteriorando cada vez más terrenos, inclusos terrenos protegidos, consumiendo los recursos internos, y necesitando cada vez más cantidad de turistas para conseguir beneficios en el sector empresarial.
Toda esta situación se agrava porque para conseguir esa cantidad de turistas se acude al turista económico, al de sol, playa, bocadillos y cervezas por las noches. Y eso lo sufre los empresarios de servicios directos, y también los productos de calidad que generan nuestros campos y nuestros mares, nuestras buenas frutas, nuestros quesos y nuestros vinos.
En los años sesenta se comenzó a desarrollar el turismo en Canarias, y todas las islas optaron por la construcción de hoteles mientras que en Gran Canaria se construyeron apartamentos y bungalow. El negocio se basaba en vender esos apartamentos, mayoritariamente a los canarios, y que los dejaran en alquiler durante unos años a la empresa que desarrollaría el negocio turístico en los complejos.
Cuando pasaron los años algunos propietarios decidieron no renovar el contrato de alquiler con la empresa turística y aprovecharlo para sus propias vacaciones, o usos mixtos entre alquiler y uso privado, y en los últimos años como vivienda habitual.
Actualmente en el Sur de Gran Canaria existen complejos en el que la mayoría de los propietarios utilizan sus apartamentos o bungalow para su uso propio, o simplemente no lo quieren entregar a la empresa turística por la poca renta que les aporta. Y muchas de esas empresas que desarrollaban el negocio han cerrado, sin previo aviso, dejando a las comunidades de propietarios en serios problemas para el mantenimiento de las zonas comunes. Y aparecen complejos abandonados, con los jardines muertos y sin agua en las piscinas, deteriorando la imagen turística de Gran Canaria.
En algunos complejos se ha mantenido la empresa turística con el treinta por ciento de los apartamentos o bungalow en alquiler, a pesar de que la ley exige como mínimo el cincuenta por ciento más uno. Y los empresarios que dominan a las comunidades de propietarios pueden seguir viviendo pagando sus gastos con parte de las cuotas de los comuneros, pero eso sale a la luz y se termina en algún momento. Y llegamos a la situación actual en la que los empresarios turísticos reclaman para su negocio todos los apartamentos o bungalow que usan sus propietarios.
Hay muchas cosas que los políticos y los empresarios turísticos del Sur de Gran Canaria tienen que hacer por el bien del turismo. Hablemos por ejemplo del Campo Internacional de Maspalomas: un enclave importantísimo que rodea a la Playa de Maspalomas, a las Dunas y al Palmeral. Les ruego que entren en mi web bachpuccinithebeatles.com y vean los artículos “Mirador de Maspalomas, ¿hay algún responsable que pueda arreglar este insulto al turismo?” Y “El Sur de Gran Canaria, jungla tropical dominada por los más poderosos”.
Calles sin asfaltar o mal asfaltadas, basura por las esquinas, papeleras repletas de desechos cayendo al suelo, un mirador cerrado con aspecto ruinoso. Y presentan un proyecto de embellecimiento del Palmeral con una inversión de seis millones de euros. Aquí tienen un primer trabajo por el bien del turismo: Dejen el Palmeral como está y inviertan esos seis millones en que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana pueda recepcionar la urbanización Campo Internacional de Maspalomas con la limpieza y la belleza que exige el entorno turístico más importante de Canarias.
Es una auténtica vergüenza como tienen ustedes la joya turística de Canarias. Empiecen por ahí. Todos tenemos que empezar por amar de verdad a Canarias.
Vamos a entrar ahora en el fondo de la cuestión: Quieren los empresarios que los propietarios de apartamentos y bungalow dejen de usar su propiedad y se la entreguen a ellos para hacer negocio. Veamos un ejemplo, también en la joya turística del Campo Internacional de Maspalomas.
Un complejo de noventa bungalow y dos locales comerciales que explota una empresa turística. La ley dice que para hacer el negocio turístico la empresa tiene que tener al menos el 50% de los bungalow más uno. En este caso debe de tener 46 bungalow en explotación y tiene solamente veinte y tres. Además los dos locales comerciales se construyeron con denegación de obra por parte del ayuntamiento. Además el ayuntamiento denegó la ampliación de una cafetería y de un restaurante a pesar de lo cual se construyó esa ampliación. La empresa turística se apropió de un espacio que estaba destinado a jardín público y lo convirtió en una pista de tenis.
Este no es el único caso dentro del Campo Internacional de Maspalomas, así que aquí tienen otro asunto que arreglar. Pero vamos a profundizar más en este complejo.
De los noventa bungalow hemos dicho que solo veinte y tres está en explotación. Sesenta y siete bungalow son usados por sus propietarios, de los cuales veinte son de españoles y cuarenta y siete de alemanes, italianos, holandeses, belgas o franceses. Todos estos extranjeros los usan unos seis meses al año como vivienda en Gran Canaria. Todos los propietarios que están usando su bungalow lo han reformado, actualizando los conductos de agua y eléctricos a la normativa actual, y amueblando y decorando según diseño de cada uno. Los veinte tres bungalow de alquiler están exactamente igual que hace treinta años, con los mismos cables eléctricos y los mismos muebles viejos y desgastados. Ni un solo euro han invertido en ellos.
Los propietarios, tanto españoles como extranjeros, tienen un nivel medio de vida, compran regularmente en los supermercados, salen a comer a los restaurantes, tienen coches de alquiler, hacen excursiones.
¿No es mejor que este complejo pueda ser turístico y residencial, o sólo residencial turístico? ¿Por qué tiene que haber una empresa explotadora de negocio turístico si ya en sí mismo es un complejo turístico que consume regularmente los servicios y no solo sol y playa?
Señores políticos y señores empresarios del Sur de Gran Canaria: Regulen la convivencia en todos los apartamentos y en todos los bungalow, apoyen a las Comunidades de Propietarios para que todo funcione perfectamente, con la calidad mínima que hay que exigir en un lugar tan importante como Maspalomas y como Playa del Inglés o San Agustín.
En definitiva trabajen por conseguir un turismo de más calidad, o un turismo premium como quieran llamarle, que tenga tanto o más peso que el turismo de sol y de playa, que deje la mayor parte del dinero en Canarias. Formen a debidamente a los empleados turísticos de manera que ofrezcan un mejor servicio y puedan tener mejores sueldos.
¿Saben? Acabo de leer que para ser policía en Canarias no se exige saber idiomas. Ocúpense de que en Canarias hablen dos o tres idiomas todos los canarios. Y todo nos irá mucho mejor. No solo a los empresarios y a los políticos. También a los empleados turísticos y a las pequeñas empresas de servicios.