San Bartolomé de Tirajana y Gran Canaria ofrecen toda una serie de estampas de una gran belleza y de una amplia riqueza. El mirador de la Degollada de las Yeguas es uno de los miradores más sugestivos y en el que, como en tantos lugares, merece la pena detenerse y dejar que la mirada se detenga en toda su intensidad. Se trata de una muy larga panorámica, profunda, con riscos casi verticales. Todo ello, tapizado de vegetación de zonas áridas, como la palmera canaria, el tabaibal y el drago canario…
Mirador de la Degollada de las Yeguas (Página web Cabildo de Gran Canaria)
Hoy hacemos un alto en el mirador de la Degollada de las Yeguas, donde se ofrece un gran aparcamiento para los coches, y donde podrá respirar, como se suele decir, a pulmón abierto. Relájese y disfrute, que el espectáculo merece, sencillamente, la pena.
Un mirador que se encuentra ubicado en el borde occidental del Macizo de Amurga.
Un paisaje, el que se aprecia desde el mismo, y que, con toda seguridad, le va a sorprender, muy gratamente, a todos aquellos viajeros que se detienen por primera en en el mismo, alza la mirada y se encuentran con una imagen agradecida, plagada de hondura y de sensibilidad.
Nos referimos a la panorámica del barranco de Fataga. De una belleza extraordinaria. Cuajada de color y de profundidad, de variedad y de diversidad, variopinta y agradecida.
Degollada de las Yeguas (Fotografía página holaislascanarias.com)
Un lugar que está calificado como de Paisaje Protegido y de Reserva de la Biosfera de la Unesco.
Y es que, como se puede leer en la página «Holaislascanarias.com» se trata de «todo un cañón de 15 kilómetros de recorrido, sinuoso, ancho y profundo, de laderas suavemente abombadas que, de repente, culminan en riscos casi verticales y desafiantes. Todo ello, tapizado de vegetación de zonas áridas y con el mar al fondo. El conjunto es monumental, multicolor y evocador».
Un paisaje a la vez en el que nos encontramos con zonas de tabaibal-cardonal, palmera canaria y drago canario.
Un curioso nombre, Degollada de las Yeguas, y que tiene su origen por el importante valor y servicio que tenían y que prestaban las yeguas en la zona en lejanos tiempos.