Una pregunta que se repite en la órbita ciudadana ante la cuasi desaparición política de Narváez y Henríquez
Por Ignacio Cáceres
La actualidad política de San Bartolomé de Tirajana fluctúa de un modo dubitativo, por aquello de la inoperancia, carencia de movilidad y, si me apuran, hasta de una insólita dejación de funciones tanto por parte del Partido Socialista como por parte de Nueva Canarias, que pareciera que continúan cuasi desaparecidos, año y medio después de las elecciones municipales, naufragando en su propia soledad del frío que hace y se siente en la bancada de la oposición, donde parece que ambos dos cada vez rascan menos posibilidades de futuro.
El mapa de la propia dinámica política en San Bartolomé de Tirajana se manifiesta de un señalado impulso y toma clara de posiciones del equipo de gobierno, PP-AV y Coalición Canaria, con una actividad de significativo relieve, sobre todo por sus respectivos líderes, Marco Aurelio Pérez y Alejandro Marichal, de una manifiesta operatividad, impulso y acción, controlando de forma clara la intensidad y la actividad del día a día, en la mayoría de los terrenos, mientras que Concepción Narváez no encuentra su acomodo en la oposición, tras un tiempo difícil y complejo, encallada en los derroteros del denominado Congreso del Lujo, que le heló la sangre a más de uno/a, mientras que Samuel Henríquez, ¿…?, en el recorrido que transita desde la primera tenencia de alcaldía a la bancada opositora, trata de buscar el cobijo de la sombra en la pelea de los rebeldes de Nueva Canarias por desplazar a Román Rodríguez y Carmelo Ramírez del mando en plaza de la formación. Y que ahora vuelven a las andadas con las espadas en alto, en contra con sus jefes de hoy por hoy. Aunque parece que no saben bien con quien se juegan los cuartos tras las duras palabras de este último contra el levantisco guerrillero Teodoro Sosa, acusándole de «delirios» y generador de «tensiones innecesarias«.
Samuel Henríquez Quintana.
Narváez y Henríquez
Dos líderes, Concepción Narváez y Samuel Henríquez Quintana, de dos formaciones políticas en San Bartolomé de Tirajana. PSOE y Nueva Canarias, que andan y caminan desangelados, perdidos, despistados, con algún que otro comunicado de cuando en vez, con escasa garra política, pero que, siguiendo el ritmo y el pulso de la actualidad dejan constancia de su desaliento y falta de fuerzas. Y es que, claro es, el recorrido de una legislatura en las duras bancadas de la oposición, resultan complejas de toda complejidad. Peor, todavía, si se llega desde el fervor y olor a incienso que emana del desempeño de la alcaldía y primera tenencia, desde cuyas atalayas los dos citados parecieran haber pedaleado con más ritmo, del que ahora, a fecha de hoy, carecen.
Tal como va transcurriendo la legislatura municipal de San Bartolomé de Tirajana, con dos años y medio por delante, ambos dos, Narváez y Quintana, o Quintana y Narváez, marchan como los ciclistas del furgón de cola y con una ausencia de empuje, de aliento y de fuerzas que, hasta donde nos llega desde fuentes internas de ambas fuerzas políticas, escuece sobremanera en los dos partidos y a los que la ciudadanía mandó a la oposición con la potencia de los votos; esto es, a ese lugar oscuro desde el que, a juzgar por la marcha de Concepción Narváez y Samuel Henríquez, así como sus partidos, permanecen anclados, en shock traumático…
Igual es que los dos necesitan un relevo. Aunque a tenor de cómo marcha el equipo de gobierno en el Ayuntamiento, hasta donde nos cuentan fuentes cercanas y próximas a Marco Aurelio Pérez y Alejandro Marichal, mejor que continúen en el desempeño de sus funciones los cabezas de lista del Partido Socialista y de Nueva Canarias.
Dicho queda…