La riqueza del mundo rural, las tradiciones, la cultura, el arraigo popular, la demografía, es una asignatura pendiente para generar una mayor y más amplia diversidad socioeconómica.

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana trata de perfilar entre sus proyectos y esquemas de pronta actuación, una propuesta como la de la dinamización de esas grandes superficies de campo abierto, desatendidas y abandonadas, tal cual las que se dictan de la España vaciada.

Esas áreas rurales. esas medianías, en las que un puñado de valientes y esforzados tirajaneros, lejos de las capitalidades de los municipios, lucha día a día por la sensibilidad del mundo rural, siempre tan necesaria, siempre tan resistente, siempre tan fuerte, y tratar de posibilitar un tejido mediante el cual se atienda, de modo próspero y eficaz, una potenciación de esos lugares, cada día más despoblados.

Un programa complejo y difícil para tratar de revitalizar un mundo en el que los más jóvenes no encuentran acomodo por los sacrificios que requiere el campo, la agricultura, la ganadería, el sector primario, y fortalecer, al máximo posible, las bases de un desarrollo sostenible a corto y medio plazo. Un programa que va a necesitar de mucho trabajo y esfuerzo por las adversidades desarrollistas del sector primario y sus diversas terminales. Pero ese es el reto.

Unos desafíos que pueden albergar tofo tipo de senderos con manifiesto interés de turistas y nativos para conocer esa expansión dinamizadora del ámbito rural de San Bartolomé de Tirajana y que hay que recuperar por el sentido demográfico, por la revitalización de barrios, medianías y otros ámbitos populares a través de la inquietud del programa que anda por los despachos del equipo de Gobierno:

Como bien pueden ser la potenciación de la gastronomía típica y popular con las recetas de antaño, la publicidad y difusión de los programas festivos en las celebraciones típicas y festivas, el amplio y exquisito sabor histórico que se halla tras las romerías, la belleza y el sentimiento que se expresa a través de las canciones y las danzas, el fomento de sectores como el pastoreo y la trashumancia, el cultivo y la elaboración de productos de alimentación, el cuidado del campo, la potenciación del sector ganadero, la ayuda e incentivos a la puesta en marcha tiendas de carácter popular tiendas, un buen dispositivo de casas rurales, la expansión de la artesanía rural, las excursiones senderistas, el sentido de deportes autóctonos, la amplia red de miradores con inmensas y sugestivas panorámicas, la práctica deportiva…

Todo un programa de una importancia tan significativa y manifiesta como vital y en donde se tiene que valorar la potenciación de esos barrios, de esas medianías, de esas áreas poblaciones,m antes de que puedan continuar en la decadencia en la que actualmente se encuentran.

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, pues, tiene y se encuentra,, pues, ante la obligación de revitalizar esa pequeña serie de ejemplos, que hemos citado anteriormente, y defender al máximo el aprovechamiento del sector rural a través de las mayores posibilidades que se puedan ofrecer.

Todo un desafío del mayor relieve y con el que se pretende una ardua tarea como resulta la de la potenciación del sector rural, del sector primario y de la potenciación de sus muestras, riquezas, tradiciones, trabajos y otros, para un mayor y mejor conocimiento por parte de todos: nativos, visitantes y turistas.

Ahora que se acaba de celebrar la I Feria de la Mujer Rural en Fataga, como un ejemplo más, y con la riqueza que se ofrece desde todos esos sectores, existe una gran inquietud, preocupación y capacidad de esfuerzo por parte de sus gentes intentando sacar adelante el valor de la riqueza socio-popular, que existe en todos esos núcleos poblaciones de gran resistencia humana en su interior y de un extraordinario compromiso de sus habitantes.

Un reto, como tantos, y que siendo de una muy difícil complejidad y futuro, puede encontrar una salida de importancia en la expansión del fenómeno turístico. Un debate que ya se está planteando en algunos núcleos tratando de revitalizar esa sensibilidad popular y de hondas raigambres por toda la extensión geográfica de San Bartolomé de Tirajana.