Continúa el goteo de pateras, cayucos y lanchas neumáticas. ¿Por qué no lo para el gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez?

Hacia la una de madrugada llegó a Arguineguín una patera más. Un goteo permanente y constante que se continúa repitiendo sin cesar por la inacción y dejación de funciones del gobierno de Pedro Sánchez.

En esta ocasión la patera que alcanzaba el Muelle de Arguineguín albergaba un total de 39 personas a bordo. Entre ellas, doce mujeres. Personas desesperadas que luchan por huir cómo sea de sus lugares de origen y forzados por las más que severas crisis de carácter político, económico, social y humanitario, existentes en los países africanos de los que huyen, conformada por una clase política tan indigna como lamentable, con unos regímenes que tan solo abocan a la desesperación a tantos y tantos inmigrantes ilegales hacia otras partes del mundo a través de durísimos y peligrosos recorridos en cayucos, en lanchas neumáticas y en pateras… Y que tan solo viajan en esas frágiles embarcaciones, a pecho descubierto, más que en la esperanza de alcanzar como sea las costas canarias y dejar atrás la crudeza de esas encrucijadas de diversa índole existente en los países que dejan atrás. Preferentemente Marruecos, Senegal, Mauritania, Mali…

Para ello, antes de decidirse a tomar una humilde y maltrecha patera, un cayuco, una lancha neumática, como el caso de la que acaba de llegar a Arguineguín, en ese goteo permanente, tal como viene informando el periódico «maspalomasplus.com» cada vez que llega una de estas embarcaciones, los inmigrantes ilegales africanos no encuentran más remedio que ponerse en manos de las crueles, inhumanas, delictivas y gansteriles mafias, sin que nadie ponga freno a las mismas, que se enriquecen ilícitamente, con los dineros de los más débiles que arriesgan gravemente sus vidas en esos más que inhumanos trayectos al azar de los criminales y de los mafiosos que dominan y dirigen impunemente el negocio criminal de las barquichuelas al albur del capricho de las olas en largas cruzadas y travesías por la mar.

Todo ello, como siempre, por supuesto, con una grave dejación de funciones y la inacción del gobierno socialcomunista que preside Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España así como de la indiferencia y absoluta insensibilidad de sus ministros, Marlaska, el canario Angel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, y otros, que continúan de brazos cruzados ante esta severa e impresionante cruzada de la inmigración ilegal de Africa a Canarias.

¿Cómo es posible, nos preguntamos de forma incrédula, que a estas alturas no se «pueda» controlar debidamente, más y mejor, en su punto exacto, en tiempo y lugar, la puesta en marcha de tanta patera, de tanto cayuco, de tanta lancha neumática, repletas continuamente de ilegales africanos, a caballo entre la sed, el hambre, el calor del día, el frío de la noche, la soledad, la desesperanza, los riesgos de la mar, con rumbo a no se sabe dónde ni qué destino?

El hecho cierto y real, duro, peligroso, es que en la madrugada de ayer, 9 de diciembre, treinta y nueve inmigrantes ilegales africanos más alcanzaban el Muelle de Arguineguín tras un recorrido, como tantos, de cientos de cayucos, de cientos de pateras, de cientos de lanchas neumáticas, en toda una más que misteriosa travesía cuajada de los más duros enigmas, de las más severas interrogantes, de todo un riesgo aventurero que abordan a cuerpo limpio, sí, pero en las gansteriles manos de todas esas perversas y crueles mafias criminales, con los bolsillos repletos de sus botines y con las redes, hambrientas de los dineros que atrapan, que roban, que estafan, miserable, despiadadamente, a tantos miles de inmigrantes africanos.