Ni Pedro Sánchez ni su gobierno tienen el menor interés en resolver el tema de la inmigración ilegal africana.

Siguen llegando cayucos, pateras, lanchas neumáticas, totalmente descontroladas, a las costas canarias. A primera hora de la madrugada llegaba la última, de momento, al muelle Arguineguín con 75 personas a bordo.

Ya sean de Marruecos, donde el rey Mohamed VI tiene completamente en posición de firme a Pedro Sánchez, sobre todo desde el asunto Pegasus, ya sean de Gambia, ya sean de Mauritania, ya sean de Mali, ya sean de Costa de Marfil… O sea, lo de siempre. riadas y riadas de inmigrantes ilegales africanos con cuyas llegadas se está agravando cada día más la crisis migratoria, aún contando con la extraordinaria solidaridad y sentimiento humanitario del pueblo canario y de su presidente, Fernando Clavijo,

Una reflexión del analista: Todo continuará igual en las próximas semanas. O, tal vez, peor, mucho peor. Sobre todo por la insensibilidad y el pasotismo del gobierno de España. Sencillamente porque ni Pedro Sánchez ni el PSOE tienen voluntad alguna de solventar el problema, mientras las calles de las islas se llenan de inmigrantes ilegales africanos de los que nadie sabe nada: qué hacen, a qué se dedican, cómo viven, como transcurre su día a día, mientras los canarios cada día se esfuerzan y trabajan más para salir adelante.

El mejor y peor ejemplo de esa situación está en el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a lo largo de su gira africana, en medio de unas significativas y profundas contradicciones en sus declaraciones sobre política migratoria en los escenarios que acaba de visitar y que han provocado un «incendio» en La Moncloa en la que nadie entiende al jefe. En Mauritania trasladaba el mensaje de que España necesita regularizare 250.000 mauritanos, que se dice pronto, es lo que necesita España. Del mismo modo que en visita posterior trasladaba el mensaje de que hay que devolver a los inmigrantes irregulares a sus países de origen, trasladando un mensaje a las mafias criminales.

Así las cosas cada día, como siempre, continúan llegando pateras, cayucos y lanchas neumáticas repletas de inmigrantes ilegales africanos al Archipiélago.

Todo un sinsentido. Porque al fin y a la postre el único interés de Pedro Sánchez, tal como se está pudiendo comprobar, es su figura, su talla, su alter ego, él mismo, mientras como señalábamos líneas atrás nadie sabe nada, absolutamente nada, de cuáles son los trabajos en los que se afanan tantos inmigrante