¿Cómo se explica que un propietario tenga que dejar su bungalow a un Explotador por tres perras?
La nueva normativa de la Ley de Turismo de Canarias va a generar, tal como ha podido conocer el periódico «maspalomasplus.com» serios y profundos debates que vana dar mucho que hablar. Ya que la Ley actualmente vigente se conforma, según numerosos expertos, como un conglomerado de problemas, más que de soluciones, y de enfrentamientos y tensiones entre las diversas partes implicadas en el tema.
Por ello, ante la responsabilidad de la nueva Ley de Turismo de Canarias, es el pueblo canario, en definitiva, sus gentes, las que más que más interés tiene en que todas las problemáticas existentes se debatan, con rigor y seriedad, en defensa de los intereses de todas las partes en conflicto, pero dejando clara constancia de que se pueden generar medias tintas que, al final, representan un galimatías, un sinsentido y una larga y conflictiva serie de problemas, como los que ha dejado en los canarios señaladas grietas, tensiones, divergencias y otros.
Resolver los elementos negativos de una Ley con más de 30 años
Por lo que, ante esa serie de conflictos es la hora de que todos los diputados, de todos los grupos políticos, se esmeren en impulsar una ley que beneficie el sentido turístico, que, a fin de cuentas es el principal motor económico de Canarias, pero sin lesionar los intereses de las más de setenta mil familias, aproximadamente, que se han encontrado y continúan sintiéndose amenazadas por la disparatada normativa anterior, beneficiando extraños intereses empresariales sin rubor alguno. ¿Por…?
Todos sabemos de los planteamientos existentes en una materia competencial como la normativa turística. Pero es la hora de corregir las graves deficiencias que, sin razón, alguna, han generado significativos problemas, porque nadie supo ni quiso atajar los conductos de las adversidades, las tensiones y las problemáticas que emanan de una ley con amplios contenidos cuajados de extraños recovecos y de raras conclusiones aprobadas por los diputados del Parlamento de Canarias en torno a la Ley de Turismo.
Ya es hora de ponerle el cascabel al gato, que es la misión y el deber de los parlamentarios autonómicos y de abordar la bandera de la justicia social, de los derechos de los propietarios y de la esencia del propio suelo turístico.
Si en su día se cometieron abusos, desmanes y otros, como es el que se cometió contra la propia situación de más 70.000 propietarios de apartamentos, bungalows o pisos, sin que ninguno de los numerosos profesionales avisara de nada a los mismos, profanos en la materia –agentes inmobiliarios, vendedores, administrativos municipales, abogados, notarios, etc–, tampoco puede ser que sus propiedades pasaran a generar un extremo conflicto personal en y contra los derechos de los propietarios.
Ya es hora que se imponga la justicia. La congelación de las sanciones no es la solución.