PP-AV y CC deben de estar plenamente satisfechos de la debilidad opositora de Narváez, PSOE, y de los tumbos Henríquez, NC–BC
Por Ignacio Cáceres
A estas alturas de la legislatura, cuando se acerca a la mitad de su recorrido, tenemos que dejar constancia, una vez más, de la absoluta debilidad política que mantienen tanto el Partido Socialista, pilotado por la ex alcaldesa, Concepción Narváez, como Nueva Canarias-Bloque Canarista, no se sabe si aún con el despiste de Samuel Henríquez, ex primer teniente de alcalde, al frente, o ya, tal vez, quizás, acaso, puede que dando el salto titiritero al nuevo partido que conducirá Teodoro Sosa, bien anclado, eso sí, a la sazón, como alcalde de Gáldar, vicepresidente segundo del Cabildo de Gran Canaria y consejero de Presidencia y Movilidad Sostenible.
Lo que viene a reflejar que no es lo mismo encontrarse asentados en los sillones de mando del Ayuntamiento de un municipio como San Bartolomé de Tirajana, que, por mor de la voluntad ciudadana expresada a las urnas, de una tacada, ambos dos pasaran a la bancada de la oposición. Donde, por lo general, salvo error del articulista, hace un frío que pela. Y donde, además, se hace preciso sudar un poco de tinta, o bastante, mejor dicho, para lograr restablecer un camino del que salieron porque las urnas de la libertad les mandó fuera del poder.
Qué dura se hace la bancada opositora
Habrá que convenir que la política, desde donde se marcan los destinos y rumbos de la ciudadanía cada cuatro años, muestra, de este modo, en los casos y ejemplos de Concepción Narváez y de Samuel Henríquez, un cambio de rumbo, a la oposición, donde desempeñan un papel flojo, débil, inconsistente. Al menos aparentemente, desde la atalaya del articulista. Que, claro es, puede prestarse a la confusión.
Más la calle suele ser sabia en su experiencia, en su paciencia y en sus ilusiones. Y desde luego si el rumbo del Partido Socialista y Nueva Canarias-Bloque Canarista se distingue por estos casi dos años de legislatura, pareciera que lo llevan crudo.
Salvo mejor criterio de sus equipos de trabajo y hasta de los votantes, cuando sean convocados para dentro de dos años largos a las urnas municipales.
Mientras tanto parece evidente que Marco Aurelio Pérez, alcalde al frente de la alianza PP-AV y Alejandro Marichal, primer teniente de alcalde, forman un potente muro de construcción ante adversarios políticos de tan escaso fuste opositor. Independientemente de su papel político.
