Carmelo Ramírez, Secretario General de NC-BC, critica severamente el transfuguismo.
Bien mirado Samuel Henríquez, tan callado y avispado, que luciera las estrellas como primer teniente de alcalde en San Bartolomé de Tirajana, durante la pasada legislatura, con el PSOE de la ex alcaldesa, Concepción Narváez, lleve unas cuentas semanas haciendo ejercicios malabares entre Nueva Canarias-Bloque Canarista, y el partido que está poniendo en marcha Teodoro Sosa, desgarrando las fuerzas de estos últimos.
Eso sí, sorprendentemente, con un pie en cada una de las formaciones, mientras, ni corto ni perezoso, sigue siendo presidente del partido, cada vez más menguado, que dirigen y controlan, aunque cada vez menos, al parecer, Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, que parecen faltos de reflejos.
Henríquez, el malabarista
Y es que la actitud de Samuel Henríquez, en la salsa de todas las convocatorias de la nueva formación, no solo no se oculta sino que, hasta nos cuentan determinadas fuentes, que es de los que va dando codazos para aparecer por el lugar central de las referencias.
Mientras tanto en Nueva Canarias aguantan los caballos de los hipotéticos tránsfugas, mientras clavan el puñal de la traición como ya hiciera Marco Bruto con Julio César, mientras, al parecer, Antonio Morales, con su lugarteniente Teodoro Sosa, alcalde Gáldar, vicepresidente segundo del Cabildo de Gran Canaria y consejero de Presidencia y Movilidad Sostenible, tiene tiempo para todo, echando la cicuta en copas cercanas.
Pero las intrigas de la política son así. De tal forma que Samuel Henríquez, a fecha de hoy, tan calladito él, continúa ejerciendo como presidente de NC-BC en San Bartolomé de Tirajana.
Carmelo Ramírez critica el transfuguismo
Por su parte Carmelo Ramírez, Secretario de Organización de NC-BC, ha lanzado un comunicado sobre las manifestaciones realizadas en los últimos meses «por afiliados de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) que ostentan cargos electos, así como su participación en actos públicos de otras organizaciones políticas orientadas a la creación de un nuevo partido distinto de NC-bc» y haciendo un llamamiento a evitar situaciones de transfuguismo político de cargos institucionales.
En este sentido se deja constancia de que lo anterior es «incompatible con las normas de funcionamiento de NC-bc, sus estatutos y los acuerdos de sus órganos de decisión (Tagoror Nacional y Sábor Nacional), además de ser ética y democráticamente inaceptable» y que «respetando el derecho de cada persona a decidir en qué partido político desea militar, esto debe hacerse de manera coherente asumiendo la responsabilidad de sus actos. Y, por tanto, renunciando a continuar en la organización que no la representa. Lo contrario sería caer en un caso flagrante de transfuguismo político, lo peor en la democracia, traicionando con ello, no solo a los electores de NC-bc, sino a la propia organización que les propuso en un proceso democrático para integrar las listas electorales«.
Finalmente NC-BC «busca preservar el respeto al electorado y evitar el transfuguismo, un fenómeno condenado por la mayoría de las formaciones políticas democráticas en un pacto que busca erradicar estos comportamientos indeseables, personalistas y contrarios a la voluntad expresada en las urnas«.
En la fotografía: Samuel Henríquez junto a Teodoro Sosa, hace escasas semanas, en El Tablero (San Bartolomé de Tirajana)
