La Directiva de la Comunidad de Propietarios y el caos del Complejo: Nadie recoge las hamacas ni cierra las sombrillas al atardecer…
La Junta directiva de la Comunidad de Propietarios, tan inactiva y tan ausente del complejo «Campo Golf», no se entera de nada. O no quiere enterarse de nada. Y pasa de las problemáticas que venimos denunciando desde el periódico digital «maspalomas plus.com«. Una incompetencia extrema que está devaluando la identidad del Complejo.
Con los dos anteriores presidentes que no pertenecían a la cuerda de la insaciable Explotadora de los explotados, antes del que desgobierna ahora, que lo hace desde la tiranía absolutista, el pasotismo rayano en lo ofensivo e insultante para todos los comuneros, aunque no se encuentren muchos de ellos en el Complejo, siempre, al atardecer, se recogían las hamacas y se colocaban debida y ordenadamente en montones de ocho o diez hamacas y se cerraban las sombrillas. El complejo, en el entorno de la piscina y el solarium, registraba una agradable vista, entre el orden, el cuidado y la preocupación.
Ya, con la llegada del nuevo presidente, que lamentable ha regresado tras diez años en el mando, hincado de hinojos ante la gerencia de la Explotadora, hasta extremos que producen sonrojos, cambian los hábitos: Desde su desprecio a los comuneros, a los que no responde a sus correos, ni habla lo más mínimo, tal es su soberbia y arrogancia, además de no pasar por el Complejo. Pero así lo ha querido la mayoría de los propietarios con el apoyo de los votos a través, prácticamente, de una sola persona que, con los que arrastra, otorga la presidencia a su antojo.
El desprecio y pasotismo de la Junta a los propietarios
A primera hora de la mañana ya andan los primeros clientes de la explotadora arramplando con hamacas y sombrillas. El complejo, entre el desprecio y la dejación de funciones del presidente y de la junta, desatenciones, el cachondeo de las contrataciones de socorristas y jardineros que van y vienen, según les apetece, la falta de mando en el mismo, el presidente no se encuentra nunca en el Complejo, salvo algunos paseos fugaces; el vicepresidente, más de lo mismo, aunque pernocta alguna que otra noche; la vocal, que sí vive en el complejo ni fu i fa.
Así va empeorando de día en día un Complejo bien levantado, hermoso y de unas atractivas pinceladas, donde se podrían mejorar muchas cosas, como las inmensas averías de agua, que van rajando la tierra, sin mayores preocupaciones; todo lo contrario, entre inmensas despreocupaciones de quienes tienen el deber y la obligación de atender lo mejor posible el Complejo. Aunque como corre el contador incesantemente, no pasa nada. Que pagan los propietarios. Lo de siempre. Y como paga el propietario, que se aguante. ¿O no?
Una directiva incompetente, desaprensiva, inane, elegida por quien o quienes así lo decidieron, con sus votos, aunque siga laminando la imagen del Complejo…
C´est la vie…