Las tórtolas y palomas van a su completa bola en algunas cafeterías de San Fernando de Maspalomas
Por Juan de la Cruz
«A mi querida amiga Marianne, fiel seguidora de «maspalomasplus.com»
La verdad es que los calores que andan cayendo por Maspalomas, donde el registro de hoy, según las previsiones, andaba entre los 33 y 36 grados. son de aúpa. Y, por si fuera poco, acompañado de una calima notoria. Pero la ciudadanía se acostumbra a todo. Y ni el calor de las 12 de la mañana ni la tierra sahariana impiden esa normalidad ciudadana.
Así que el periodista transita camino de una cita por la zona centro de San Fernando. Y por unas y otras terrazas algunos perros con la correa bajo la pata de una silla, algunos gatos paseantes buscando que llevarse a la boca, y hasta una serie de palomas y de tórtolas que, con su aleteo fugaz, se asientan en los respaldos y en los brazos de las butacas en las cafeterías. Incluso algunas, más atrevidas, se detienen en lo alto de alguna que otra mesa picoteando algunos granos de una paella o unas migajas que han quedado sobre la mesa.
Uno, personalmente, no tiene nada en contra de los animales. Pero, en ocasiones, las mascotas, sueltas o no, invaden en demasía unos espacios en los que pareciera, quizás, cuestionable un conjunto de maullidos y de otros gritos animales, que cada día ganan más avances en cuestiones de sus derechos.

¡Una tórtola al asalto en la mesa de una cafetería en San Fernando de Maspalomas…!
Palomas y tórtolas
Pero la presencia de palomas y de tórtolas, aprovechando cualquier distracción de los camareros, en algunas cafeterías, llama la atención, más allá de su vuelo rasante sobre las cercanías buscando algo que llevarse a la boca. Como la misma tórtola que esta misma mañana, a la vera misma del periodista, se posaba en la mesa vecina, con la cabeza enhiesta y tersa, como si estuviera tratando de encontrarse con la mirada del camarero y espetarle como cualquier inquieto cliente:
— ¡Camarero, por favor, un poco de paella, un poco de pan y un poco de agua…!
¡Carape!, se dice el cliente, que aguarda a un amigo que le ha prometido hablarle sobre la filosofía de la sociedad actual, los nuevos modismos, los cambios de hábitos, algún que otro acontecer por San Bartolomé de Tirajana, de la invasión turística que todo lo encarece, sobre todo, por cierto, en el sector de la hostelería y la restauración. Que pides una jarra de cerveza, que tampoco hace falta que sea de una marca estratosférica, y ya cuesta lo suyo, y como por estos lares no se acostumbra a poner una tapita, esto es, un platito de acompañamiento con algo sólido, como en tantas y tantas tabernas, cafeterías, bares y lugares de la península, como pidas unas simples aceitunas, ya te meten una clavada, que no se corresponden mucho, proporcionalmente hablando, con el nivel salarial medio de este país llamado España.
Por el medio las palomas y las tórtolas deambulan, en sus vuelos fugaces y habituales, esperando a ver si les cae algo para el buche. Que es que no paran.
Al fondo dos concejales se echan un café de media mañana. Igual estaban parloteando de y sobre la política municipal…
C´est la vie…!