El Circo forma parte en España de las Bellas Artes, lo que supone un reconocimiento cultural de manifiesto significado.
Por Juan de la Cruz
El mundo del Circo, el fantástico y fabuloso mundo del Circo, fue elegido hace tan solo unas semanas, por votación popular, como el hilo argumental y la gran llama de atención, que va a protagonizar ni más ni menos que el Carnaval Internacional de Maspalomas en 2026, fiesta, a la vez, declarada de Interés Turístico de Canarias.
El articulista se considera, con perdón por la inmodestia, un conocedor del gran e impresionante mundo que se concita alrededor del panorama circense, en el que convergen y se dan cita, las artes, siempre atractivas, de la magia, de la danza, del humor, de la doma, del folklore, de la gimnasia, del equilibrio, del misterio, del hechizo, como todo un conjunto de elementos que lograron alzarse como Bellas Artes en la Cultura Española.
Un mundo de relevancia, que ya va desapareciendo, lamentablemente, pero que en la segunda mitad del pasado siglo, logró cohesionar toda una serie de elementos de vital importancia en las ferias y en las fiestas como todo un elemento de manifiesta consideración, par dejar constancia de esas «trouppes» y de esas familias circenses, recorriendo caminos, causando admiración y elevar a un nivel de considerable relieve la calidad humana de los payasos, las genuinas sensibilidades de la doma de tigres, elefantes, leones, monos o cocodrilos, la inmensidad del peligro desde el trapecio a doce o quince metros de altura, la tradición de las agrupaciones folklóricas, sobre todo del este de Europa, encandilando a miles y miles de espectadores, con ensayos innumerables, con riesgos de consideración…

Una de las atracciones del Circo Terra el pasado año en Las Palmas de Gran Canaria
«El más difícil todavía…»
Y bajo ese lema de la vieja, sí, pero entrañable historia del Circo, luchando por la superación del «más difícil todavía«.
Un año tuve la suerte de asistir al Festival Mundial del Circo en Montecarlo, presidido por el príncipe Rainiero, del mismo modo que he asistido a decenas de funciones circenses, desde diferentes prismas, y hasta me enamoré de la pasión de esas andaduras del Circo por los caminos y las grandes ferias de España, trabando buenas relaciones con artistas y familias tradicionales arraigadas en la historia del Circo en España.
Elegir el tema del Circo como argumento de la gran fiesta del Carnaval Internacional de Maspalomas es un gesto que a uno, personalmente, le ha conmovido. Sobre todo, por el reconocimiento del Circo y de sus artes, tal cual figura, en letras de molde, en las páginas de la propia historia del Circo en España.
Hoy aplaudimos esa idea y votación popular que puede generar una aportación de la mayor emoción e intensidad a aquellos gigantescos porteros de los circos chaqueta roja, largos mostachos, chisteras sobre la cabeza, proclamando: «Bienvenidos, señoras, señores, queridos niños, al majestuoso y fabuloso mundo del Circo, el mayor espectáculo del mundo«.