Los representantes de Bruselas valoran el esfuerzo de cooperación que realiza Canarias en el país africano
Los representantes de la Unión Europea (UE) en Mauritania confían que las migraciones desde Mauritania hacia Canarias “seguirán cayendo si se cumplen los compromisos adquiridos”. En una reunión en Nuakchot con los viceconsejeros del Gabinete del Presidente, Octavio Caraballo, y de Bienestar Social, Francis Candil, la delegación europea en este país africano clave en la Ruta Atlántica subrayó que, en el último año, el ejecutivo mauritano se ha implicado especialmente para “dejar de ser una autopista de inmigración irregular” hacia Canarias.
Según los datos del Gobierno de Canarias, en los nueve primeros meses de 2025, las llegadas de migrantes procedentes de las costas mauritanas ha descendido un 52% respecto a 2024, ya que entre enero y septiembre se han contabilizado 8.178 llegadas frente a los 16.976 registradas en el mismo periodo del año anterior. Este descenso también se observa con las salidas desde Senegal (-77%) y Marruecos (-55%).
Mauritania: País prioritario para la Unión Europea
La reunión de los representantes del Gobierno canario con la delegación de la UE en Nuakchot ha servido para constatar el esfuerzo que se está realizando, con participación de España, para contribuir a estabilizar uno de los países más afectados por el tránsito migratorio y por la tensión bélica y la inestabilidad política que experimenta el Sahel.
Mauritania es un país prioritario para la Unión Europa por ser el espacio más estable en la zona fronteriza con los países más afectados por los golpes militares y la presencia de grupos rusos y yihadistas en Burkina Faso, Niger o Mali.
Ante esta situación, la Comisión Europea colabora con Mauritania en materia de seguridad para “tratar de contener” a los más de 300.000 malienses que se encuentran en su territorio, muchos de ellos con la perspectiva de continuar su proceso migratorio hacia Europa a través de Canarias.
Además, uno de los principales ejes de la colaboración entre la Comisión Europea y Mauritania consiste en contener las salidas en tierra dado que los rescates y la detección en alta mar son complejos y peligrosos. Esta política, unida a la desarticulación de las mafias que trafican con personas, ha provocado que la ruta se desplace hacia los países del sur, especialmente Gambia y Senegal, e incluso a Guinea Conakry, que se encuentra a 2.000 kilómetros de Canarias.