Ignoramos qué le acaece a un partido político que no lee, o pasa, de las demandas para notificaciones y otros…
Esto es así y, lamentablemente, así será, por los siglos de los siglos. En algún operativo político, que pareciera que se lanzan y van a todo trapo, no deben de querer saber nada de nada de la informática y tecnología, y/o de la información, de algunos, no selectos en sus agendas, y parecen ignorar las demandas de saber de sus planteamientos y otros.
Pero, tal como se anda el patio, con la mala gaita que rezuman o parecen rezumar otros, que clavan puñales a sus propios compañeros, o tal cual hizo el senador romano Bruto con su jefe, Julio César, todo puede acaecer.
¿Qué les pasa, hombre?
¿No tienen bases? ¿Discriminación? ¿Pasotismo? ¿Ordenes de arriba? ¿Encargados de comunicación o incomunicadores? ¿Bloqueo? ¿Necedad? ¿despistes a estas alturas de la película, con tantos protagonistas «conocidos» e intrigantes que hay por ahí?
Allá cada cual con sus esquiroleos y con sus luchas, ávidas de poder, y vivir de p. m. con sus zarandajas… Y el que se pique, igual es que ajos come…