Una curiosa estampa de garzas blancas y negras picoteando por el césped de Parque Sur
A la habitual presencia de bandadas de garzas blancas, que impregnan frecuentemente con su color estos pagos de Maspalomas, tan familiarizadas por la amplitud de los parques y jardines, se van sumando ahora, así como de forma paulatina, otras bandadas de garzas con pluma de negro color, se van uniendo, poco a poco, a las anteriores
Con su más que tranquila presencia sobre el verde césped y las verdes hierbas, que se esparcen por las áreas urbanas ajardinadas, recientemente cortadas por los operarios de Parques y Jardines, los ejemplares de garzas blancas y de garzas negras generan todo un contraste de llamativos colores, que se nos graba a todos cuantos apreciamos esas estampas.

Un pequeño bando de garzas negras picoteando, claro es, por Maspalomas
Bandadas de garzas blancas y negras
Bandadas de garzas blancas y también de garzas negras que se dan cita, un día sí y otro día también, durante las horas solares, con más intensidad, claro es, desde la mañana hasta el mediodía.
Mientras tanto, en su segmento horario, de picoteo y de comida permanente, las garzas blancas y las garzas negras rastrean, incansablemente, en búsqueda de pájaros, de pequeños lagartos, de ratoncillos y otros, que le den placer a ese estómago tan activo como el que muestran con su imparable avidez, con su permanente buen apetito, mientras pican, picotean y comen, de modo constante y permanente, por entre los jardines y parques del área que se arremolina en las grandes extensiones de verde por Parque Sur, por los campos deportivos, por las numerosas zonas de hierbas y césped que se alzan y esparcen a lo largo y ancho de Maspalomas.
Una serie de estampas que llaman la atención por impacto de sus colores. De cuando en vez a cualquiera de las garzas le da por emprende un vuelo, siquiera sea fugaz, quizás a cincuenta metros de distancia tan solo, y, rápidamente, momo movidas por un resorte de rapidísimos reflejos, también otras garzas, compañeras de viaje por entre los parques y jardines de Maspalomas, levantan también el vuelo, siguiendo el aleteo de la anterior garza.
Garzas ya familiarizadas con la melodía urbana y que, no se sabe por qué, cada día parecieran ir subiendo un poco más arriba. Inclusive alardeando con su presencia por el entorno urbano de San Fernando de Maspalomas… Misterios de la vida.
