La resolución de las problemáticas sociales es una de las principales responsabilidades municipales: Chabolas, venta ilegal, menudeo…
Resulta evidente, salvo datos e informes que demuestren lo contrario, que la problemática social se conforma como uno de los núcleos más adversos y desacertados en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Al menos hoy por hoy. Lo que resulta demasiado fuerte para un lugar eminentemente turístico, con la fuerza y pujanza que ofrece el expansionismo turístico de Maspalomas, siempre en los primeros lugares de las demandas peninsulares y europeas.
Así venimos dejando constancia frecuente desde las páginas de «maspalomasplus.com«, con una serie de casos y de ejemplos que demuestran que las problemáticas sociales ante las que se encuentra el Ayuntamiento, no son atendidas con la debida diligencia por sus responsables.
Hora es, pues, de que ante tantos casos como hemos expuesto y planteado, siempre con la mayor consideración y respeto, sean atendidos, siquiera sea por sentido social y humano, por responsabilidad política. Pero la abundancia de indigentes y de chabolas, por ejemplo, en zonas muy céntricas y referenciales de Maspalomas y de San Fernando de Maspalomas, se conforman como un ejemplo claro y manifiesto en toda regla.
La hora de la problemática social
En este sentido los máximos responsables municipales podrían proceder a darse una vuelta por detrás de las obras del Mercado Interminable de Maspalomas, ante una colonia de chabolas que llama la atención de todos, a escaso quinientos metros del Ayuntamiento, a trescientos metros del Centro de Salud, y orillado al mismo Mercado; o que procedan a subir tan solo por la primera rampa camino de un lugar tan emblemático como resulta Pasito Blanco y que giren la cabeza a la derecha, a la altura de la zona conocida como «El Guirrero«; también, claro es, pueden adentrarse en todo caso, por El Calderín y sorprenderse con una considerable plaga de chabolas y hasta de contenedores haciendo las veces de habitáculos humanos.
Del mismo modo y manera que parece que, por el motivo que sea, ningún responsable municipal quisiera abordar de una vez por todas el delicado problema de la venta ilegal en la playa de Maspalomas, con largos años de frecuencia, que se expanden sobremanera por las proximidades de la zona central, junto a un icónico lugar como es ¡el Faro, donde abundan los manteros, con sus sábanas repletas de baratijas, con gorras, gafas, bolsos, relojes, sombreros y otros varios, haciendo una competencia desleal al empresariado de los centros comerciales. ¿Por…?
Otras desatenciones sociales
¿Qué decir, asimismo, de los diversos aparcamientos tercermundistas en pleno centro de San Fernando de Maspalomas, con pedruscos, rodeados de basuras y de tules descuidados, en lugar de ofrecer una estampa bastante más decente y presentable a ojos de todos, visitantes y nativos? El aparcamiento en la calle Plácido Domingo, ante todo un tejido de restaurantes y cafeterías, muy visitada por numerosas personas, el aparcamiento en la calle Partera Leonorita, el aparcamiento ante el Mercado Interminable de Maspalomas…
O como resulta el caso, por ejemplo, el abandono del Jardín Botánico en la avenida Touroperador Neckermann, con ricas muestras arbóreas y un desastre en su desatención.
Una demoledora realidad ante la que alguien debiera de esmerarse y responder tal como hemos solicitado, mientras quedamos a la espera de la hipotética respuesta.
La pregunta es por qué no se actúa con la mayor celeridad ante estos supuestos, mientras desde el periódico «maspalomasplus.com» esperamos la respuesta a un correo remitido días pasados y posibilitar un encuentro con quien se considere oportuno al respecto…