Con la aspereza marcada por Samuel Henríquez en su abandono de NC-BC ruge el ambiente de pelea por el espacio político
Por Juan de la Cruz
Claro que ruge el aire de pelea, milímetro cuadrado a milímetro cuadrado, entre los líderes eventuales de Nueva Canarias-Bloque Canarista y la marcha de los disidentes, que encabezados por Samuel Henríquez, han estado desarrollando su marcha, sin ningún problema, durante largos meses, sin que en Nueva Canarias nadie se moviera lo más mínimo. Ni con las fotografías testimoniales en los medios de comunicación, ni con tantos pulsos de quienes han abandonado el partido histórico porque o se marchaban Román Rodríguez, presidente, y Carmelo Ramírez, secretario de organización, para auparse ellos, claro es, al pedestal del partido, o se iban, como acaban de proceder.
¿Y para qué están, entonces los estatutos o el próximo Congreso de Nueva Canarias-Bloque Canarista?
De este modo los cinco concejales de Nueva Canarias-Bloque Canarista en San Bartolomé de Tirajana, con el ex primer teniente de alcalde a la cabeza, Samuel Henríquez, bajo el mandato de la alcaldesa Concepción Narváez, ambos hoy en las duras bancadas de la oposición, se han marchado del partido, sí, pero llevándose consigo el acta del partido en cuya lista y bajo cuyas siglas concurrieron en los pasados comicios. Ellos sabrán… Pero el reto y el pulso del combate, con las personales discrepancias al fondo, ya está firmemente puesto sobre la mesa de la escena política.
El fragor de la batalla entre NC-BC y los disidentes
Sobre todo con la severidad y aspereza de la marcha de los fugados, tal cual dejó constancia un crecido Samuel Henríquez poniendo toda la carne en el asador y soltando unas críticas aceradas, el pasado 24 de abril. señalando que «en los últimos años hemos sido testigos del retroceso y deterioro de la organización como consecuencia de la falta de renovación en los liderazgos de la organización y de la manera de hacer política de los dirigentes de Nueva Canarias» o que «los que tenían la responsabilidad de unir se encargaron de tratar de enfrentar a compañeros con mentiras, de confundir a la ciudadanía con bulos, de seguir manipulando la organización, de amenazar y coaccionar a aquellos que libremente “como yo y mis compañeros y compañeras” y en defensa del interés general defendíamos públicamente un renovación en la organización«.
Así las cosas, a mitad de la legislatura municipal y autonómica, desde la dirección de Nueva Canarias-Bloque Canarista se acusó a los que se terminaron por marcharse del partido de traición política y se les demandó el acta… Pero verdes las han segado.
Un espacio político, ahora, en fuerte y compleja disputa, mientras la dirección del partido ha respondido con toda sus fuerzas confiando la gestión del mismo en San Bartolomé de Tirajana a dos miembros como María del Pino Torres, ex alcaldesa, y a José Juan Quintana, ex alcalde, dos personalidades muy respetadas en el seno de Nueva Canarias-Bloque Canarista. Toda una medida, toda una apuesta y todo un compromiso del mayor relieve con el que se da a entender que la lucha por el espacio político en disputa va muy en serio y que ya se han acabado las bromas, especificándose que la nueva etapa se abre con «la ratificación de una nueva dirección en la asamblea local de San Bartolomé de Tirajana con dos referentes históricos del nacionalismo de izquierdas y alcaldes en distintos mandatos de uno de los municipios de la comunidad clave en la economía turística, María del Pino Torres y José Juan Santana«.