Mientras Nueva Canarias se rompe y desguaza, Henríquez tiene un pie en NC y el otro a la espera de la señal de Teodoro Sosa
Hay que reconocer que Samuel Henríquez tan callado él, aunque con las pistas suficientemente claras, salvo cambio de última hora, espera la orden para el salto equilibrista, ahora que todavía mantiene un pie en las reuniones, debates, proyectos y otros, bajo el mando inicial de Teodoro Sosa, mientras que el otro pie aún lo tiene en la sede de Nueva Canarias-Bloque Canarista. No obstante lo anterior el obús dirigido días pasados por Teodoro Sosa ha impactado de pleno en la línea de flotación del buque, que ya hace aguas, pilotado por Román Rodríguez, presidente, y Carmelo Ramírez, secretario general, que llevan toda su vida, prácticamente, en política.
Un ejercicio que, más pronto que tarde, tendrá que dilucidar Henríquez, aunque parece que lo tiene más bien claro, tal como va actuando en sus pasos.
Nueva Canarias-Bloque Canarista tiene poco futuro en San Bartolomé de Tirajana
Fuentes consultadas por el periódico digital «maspalomasplus.com» señalan que Nueva Canarias-Bloque Canarista, hoy poy hoy, parece tener poco futuro por los pagos de San Bartolomé de Tirajana, y la gente, claro, quiere carguitos oficiales, como si Samuel Henríquez ostentase los galones, por ejemplo, como la primera tenencia de alcaldía del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, con Concepción Narváez, por ejemplo, también, claro es, de alcaldesa, y a vivir, que son días.
Todo ello a pesar del cariño inmenso que, según nos dijo un día, en una escueta y más que seca, sequísima conversación telefónica, que mantuvimos en su día, cuando nos señalaba que puso mucho cariño en su momento para alzar el proyecto denominado «Transformación del Mercado de Maspalomas«, aunque hace poco ha cambiado rocambolescamente el nombre del proyecto y de la obra, y el presupuesto, eso sí. Los lectores habrán podido comprender que nos referimos a ese fiasco del Mercado Interminable de Maspalomas y que, por el tiempo de duración, sus obras van camino de convertirse en las de la construcción del Monasterio de El Escorial.
Y es que la política, que debiera de basarse en la máxima eficacia de la gestión, y no en el rollete de buscar una silla y vivir como un maharajá a lo largo de décadas, como es el caso concreto y específico de Román Rodríguez, Carmelo Ramírez y Antonio Morales, el marqués del Cabildo de Gran Canaria, en ocasiones resulta muy dura. Tanto que, en esas diatribas y disputas por los cargos de cara a hoy mismo o camino de las próximas elecciones, allá por el año 2027, ya veremos, Samuel Henríquez, siempre tan silencioso, tan callado siempre, que apenas alza la voz, ni se prodiga como él quisiera por los medios de comunicación, mientras se halla en el laberíntico ejercicio político-circense.
Aunque queda claro que, por su presencia permanente y constante en ese grupo que se autodenomina renovador, dentro de Nueva Canarias-Bloque Canarista, ya, salvo error, tiene poco que hacer en el mismo. El y su almohada sabrán por qué. Aunque hay que reconocer que eliminar de sus comunicados o escritos, de la noche a la mañana, el cargo de «Portavoz de Nueva Canarias-Bloque Canarista«, y seguir distribuyendo públicamente los mismos, resulta todo un ejercicio de funambulismo.