La Real Academia Española señala que hacer transfuguismo es «pasar de un partido político a otro».
Por Juan de la Cruz
El titular de este artículo está entresacado del comunicado del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana a propósito de una cuestión planteada por el todavía concejal Samuel Henríquez, que logró el acta en las elecciones municipales encabezando la lista de Nueva Canarias, que ya hace unos meses abandonó el partido, pero no la certificación edilicia. Un extraño concepto moral, como el de sus cuatro acompañantes.
Ya publicamos en su día un artículo sobre el transfuguismo por este caso. Señalemos que el diccionario de la RA define como tránsfuga a la «persona que abandona una organización política , empresarial o de otro género«. Y entre los sinónimos de tránsfuga se señalan los de chaquetero, desertor, fugitivo, prófugo.
En Wikipedia se lee del tránsfuga que «es una denominación atribuida en la política a aquellos representantes que, traicionando a sus compañeros de lista o de grupo –manteniendo estos últimos su lealtad con la formación política que los presentó en las correspondientes elecciones– , o apartándose individualmente o en grupo del criterio fijado por los órganos competentes de las formaciones políticas que los han presentado, o habiendo sido expulsados de estas, pactan con otras fuerzas para cambiar o mantener la mayoría gobernante, o para dar la mayoría a un grupo que no la tiene, o bien dificultan o hacen imposible a dicha mayoría el gobierno de la entidad«.
Los fugados de NC-BC no quieren escuchar ni leer la palabra «tránsfuga»
Asimismo en el Pacto Antitransfuguismo, suscrito por la mayoría de los partidos políticos españoles, se entiende por tránsfugas «a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes«.
También «se considerará tránsfuga la persona electa por una candidatura promovida por una coalición, si abandona, se separa de la disciplina o es expulsada del partido político coaligado que propuso su incorporación en la candidatura, aunque recale en otro partido o espacio de la coalición, sin el consentimiento o tolerancia del partido que originariamente lo propuso«.
Del mismo modo en «Renovación del acuerdo sobre un código de conducta en relación con el “transfuguismo” en las corporaciones locales» se aclara sobre el transfuguismo que «supone, desde una perspectiva política y ética, una deslealtad tanto hacia las fuerzas políticas que depositaron su confianza en personas que, posteriormente, acreditan no ser merecedoras de ella, como hacía los electores, que emiten su voto desde la constatación evidente de tal inclusión».
Sorprende, sin embargo, que en su día Teodoro Sosa afirmara en «Canarias7» que «los escindidos de NC pelearán para no ser declarados tránsfugas«. Una contradicción con el diccionario de la Real Academia Española, que, tal vez, no sea infalible, en la teoría de Teodoro Sosa y sus nuevos compañeros de viaje político. Pero de esa «pelea» poco sabemos.
Ya dejaba constancia Román Rodríguez que la marcha de los concejales de NC «es la mayor operación de transfuguismo de la historia de Canarias» y que «presentarse por NC y quedarse luego con el acta es «corrupción política«, mientras desde el periódico digital «maspalomasplus.com» señalábamos ten una información el titular de «Nueva Canarias considera tránsfugas a los 22 concejales que han abandonado la formación para iniciar una nueva andadura política«.
Tanto tiempo después y los concejales, de Nueva Canarias, trasvasados a «Municipalistas Primero Canarias«, hasta donde podemos conocer, no quieren ni oír la palabra «tránsfuga» y tachando días en este proceso de olvido. No obstante lo anterior, aquí están las páginas de «maspalomasplus.com«.