No hay excusa alguna para que Sánchez no reciba a Fernando Clavijo. Menos, aún, ante la gravedad de la crisis migratoria y otros.
Por Juan de la Cruz
Mientras Fernando Clavijo, presidente de Canarias, espera pacientemente una llamada telefónica para acudir a Lanzarote y presentar a Pedro Sánchez un listado de las problemáticas y necesidades más urgentes de Canarias, como es la gravedad de la crisis económica y la situación de las islas en los últimos lugares de los índices socioeconómicos de España, el presidente de España continúa sus vacaciones en el Palacio de la Mareta, en Lanzarote, compartiendo horas y paseos con Salvador Illa, presidente socialista de la Generalitat de Cataluña (no Catalunya) y anunciando eso sí que la próxima semana llevará a cabo una gira por Mauritania, Gambia y Senegal ya bordar antes tales países la crisis migratoria.
Entendemos que Pedro Sánchez tiene el deber de informarse, primero, y debidamente, por la fuente directa de Fernando Clavijo, presidente de Canarias, que tiene en su mano muchos datos de un notorio relieve sobre la misma, con toda seguridad mucho más fiables que los que le puedan dar en los países citados, sobre todo porque son las Islas canarias las que sienten en sus carnes la fenomenología de tantos cientos y cientos de inmigrantes ilegales africanos, a la vez que la sociedad canaria se resiente de estas oleadas de tantos cuantos abandonan Mauritania, Senegal, Gambia, Costa de Marfil, Mali, Marruecos y solo tratan de alcanzar, a través de pateras, cayucos y lanchas neumáticas en manos de las mafias criminales.
La política migratoria, fracaso de Sánchez
La política migratoria ase ha convertido en uno de los mayores fracasos de Pedro Sánchez, sencillamente, porque ha pasado de ella de forma lamentable. Pero quien se resiente es Canarias, sus calles, sus barrios, y los recursos económicos del gobierno de Canarias, como bien conoce Fernando Clavijo.
Pero el problema de Pedro Sánchez, para corregir su inhibición ante el presidente de Canarias, es, para no darle más vueltas al asunto, que Fernando Clavijo es miembro de Coalición Canaria, que, en pacto con el Partido Popular, desbancó al socialista Angel Víctor Torres de la presidencia del Gobierno autonómico.
Lo que nos hace sonrojarnos de su talla moral, mientras Pedro Sánchez pasea y despacha con Salvador Illa tratando de situar el programa de gobernación en Cataluña junto a dos partidos independentistas como son Esquerra Republicana y Comunes.
¡Qué lástima de acciones políticas que solamente se mueven por las banderías políticas…! ¿Corregirá Pedro Sánchez su actitud y citará a Fernando Clavijo en el Palacio lanzaroteño de La Mareta? Mucho nos tememos que no. Aunque nos gustaría equivocarnos.
Pero que no se engañe Pedro Sánchez: Porque quien perdería, de verdad, sería Canarias, por mucho que el presidente del gobierno rinda pleitesía constante ante Mohamed VI de Marruecos y ahora se desplace por Mauritania, Senegal y Gambia…