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07/11/2025 14:08

Por la transparencia y legalidad en los Complejos del Campo Internacional de Maspalomas, por Juan de la Cruz

Anomalías, irregularidades y atipicidades son algunos aspectos en Complejos Extrahoteleros. La Explotadora de un Complejo pasó una derrama de 135.489,77 euros, sin amparo de factura, en 2022 y un grupo de propietarios luchó hasta hacerles retirar la factura a la Explotadora.

Una situación que afecta a miles de propietarios, que contribuyen con sus aportaciones y gastos al bienestar y desarrollo económico del Sur, y que, en muchos casos, se encuentran absolutamente sitiados por esa serie de anomalías, en base , inicialmente, al abuso continuado por parte de las Explotadoras en algunos de los pocos complejos en los que ya quedan las mismas; en segundo lugar, por el desconocimiento de las leyes por parte de los propietarios de bungalows; en tercer lugar, al conformismo, a pesar de los pesares, por parte de esos propietarios; y, en cuarto lugar, a la muy difícil lucha de aquellos propietarios que tratan de establecer la máxima legalidad y transparencia en los Complejos con Explotadoras, y evitar los históricos abusos que se han producido en algunos de ellos.

Hay que partir de una base inicial. Y es que por una serie de circunstancias, que no hay forma de entender, el Campo Internacional de Maspalomas, no está recepcionado debidamente en el Ayuntamiento. Lo que genera un contencioso de complejos considerandos. Lo que ya es hora de que se solvente por legalidad y por el bien de todos.

El problema fundamental suele arrancar por parte de los Complejos Extrahoteleros que han llevado las riendas de los mismos de un modo «manu militari«. tanto por la permisividad de los propios dueños de bungalows en arriendo con la Explotación o residentes en los mismos. Una situación extraña por la dinámica establecida desde el principio a la imposición y exigencia de las Explotadoras, como dueños feudales. ¿Cómo se puede entender, por ejemplo, que en un Complejo, en el que se acaban de separar la Comunidad de Propietarios y la Explotadora –que solo disponían de una cuenta conjunta controlada absolutamente por la Explotadora, durante treinta y seis años– todos los servicios, a excepción de los propios bungalows, los pasillos y la piscina se encuentren a nombre de los propietarios de la Explotadora, incluidos el cuadro de contadores de agua y luz?

Un Complejo, por cierto, que no se ajusta, ahora mismo, a la normativa legal, que dispone que para el funcionamiento de la misma debe de contar con la mitad más uno de los bungalows del Complejo en Explotación. Si en un Complejo de noventa bungalows, solo hay veintiuno a disposición del arrendamiento de la Explotadora, resulta evidente que el mismo está incumpliendo la ley,

Añádasele a ello, en este caso concreto, que una serie de propietarios están identificados con las líneas históricas establecidas por la Explotadora, mientras otro grupo de propietarios lucha por la máxima transparencia y legalidad del Complejo. Hasta el punto de que hace un año la Explotadora intentó pasar una derrama por un importe de 135.489,77 euros. Ante ello un grupo de propietarios exigió la presentación de las facturas de referencia, datos, soportes legales, firmas, autorizaciones, así como cualquier concepto que amparase dicha derrama. Toda la respuesta de la Explotadora fue que desde los años noventa, la misma adelantaba la cantidad presupuestada anualmente y que cobraban de forma bimensual a la Comunidad.

Inclusive ese grupo se reunió hasta en seis ocasiones ocasiones con el tesorero, solicitándole las explicaciones oportunas al respecto. A lo que el mismo siempre respondía que tras haber estudiado las cuentas con una de las tres propietarias de la Explotación, no había detectado ninguna anomalía y que no había más remedio que pagar la cantidad citada. En su argot, que «había que soltar la mantequilla«.

Como dicho grupo de propietarios insistiera en que no habían encontrado ninguna razón justificativa para el abono de esa cantidad, no habiéndoseles presentado factura, ni notificación de dicha derrama en acta alguna, ni firma de ningún miembro de la junta directiva ni de la Comunidad de propietarios, ni firma notarial, la Explotadora no tuvo más alternativa que retirar dicha derrama. ¿Qué es lo que había pasado? Silencio. Silencio hasta con el apoyo de otros propietarios identificados con la Explotada referenciada. ¿Explicaciones? Ninguna. Y el tesorero de esa junta directiva, callando ¿…?

Un extesorero que por otra parte, a pesar de no ser miembro de la actual Junta Directiva asiste a todas las reuniones de la misma y de los encuentros de la Junta Directiva con la Explotadora… ¿Por…?

A raíz de ese caso, la división entre los propietarios aumentó de modo significativo. Lo que supuso toda una caldera hirviente. Y que, cualquier día puede estallar por todas partes.

Todo ello como resultado de la desastrosa gestión de la normativa en el Campo Internacional de Maspalomas, del incumplimiento de dicha normativa y de la habitual abulia y dejación de funciones por parte del Ayuntamiento y de las administraciones que convergen en una situación tan caótica como conflictiva que se presenta en el Campo Internacional, entre desidias, inercias, abulias e irresponsabilidades: Anómalas segregaciones de terrenos, impagos, construcciones sin pasar los requisitos legales establecidos por la ley, desajustes escandalosos entre planos y construcciones de locales comerciales y otros,..

Toda una inmensa picaresca que se ha convertido en una sorprendente cotidianeidad por la habitual inacción administrativa… Hasta que un día todo, por el motivo más imprevisto, pueda estallar… Y ya veremos, entonces, qué es que lo pudiera acaecer. Ya señala el dicho popular que «Nunca pasa nada, hasta que pasa».

¿Cómo puede ser posible, se preguntan muchos propietarios, que a estas alturas del siglo XXI, en la época de las redes sociales, de la informática, no cuenten en algunas Comunidades y Complejo, con una simple página web, que se actualiza de forma automática, con ingresos, gastos, lista de morosos, compras, deudas y otros? ¿Cómo es posible que casi nadie se alce contra ese descontrol? ¿Cómo es posible la Administración municipal permita tal dislate contra la habitabilidad de miles de residentes ante tantas artimañas? ¿Por qué razón el Campo Internacional no está entregado al Ayuntamiento, con las muy importantes responsabilidades que se albergan detrás? ¿Es posible que a estas alturas, en un lugar de tanto relieve turístico como es Maspalomas, se genere tal cúmulo de anomalías, de irregularidades, y que se pueda correr un riesgo extremo? ¿Cómo se puede comprender que los propietarios no tengan en algunas Comunidades la llave de la puerta de emergencia por la negativa de los responsables de las Explotadoras?

También se viven esas complejidades, atipicidades y otros entre silencios cómplices e indiferencias que no son los mejores indiciadores para el sostenimiento de la legalidad y de la transparencia.

Piscina del Hotel Costa Meloneras en Maspalomas Gran Canaria)

En un pequeño complejo, de noventa bungalow, con la Comunidad de Propietarios y la Explotadora, separadas legalmente hace un año, tras muchos esfuerzos, de repente, ahora, sin que ningún propietario se encuentre informado, más que los componentes de la Junta Directiva, empieza a verse unos trabajadores midiendo las dimensiones de la piscina para presupuestar una valla… Entre el asombro de la inmensa mayoría de los propietarios que desconocían que se pretende levantar una valla, sin haber conocido ningún planteamiento, cuando hace justo cuatro años se sometió a votación si se ponía valla o se dejaba a un socorrista, El resultado fue demoledor.

Todos los propietarios y la Explotadora a favor del socorrista y no de la valla, a excepción de un solo propietario. Hoy, cuatro años después, así, como sacado de la manga, sin que casi ningún propietario disponga de información alguna, ya se han medido los terrenos para una presupuestación, sin que se haya llevado dicho asunto previamente a una asamblea. La perplejidad radica en que los que ya conocen el tema –muy pocos, próximos a la Explotadora– se posicionan a favor de una valla, cambiando radicalmente la opinión de hace cuatro años, habiéndoseles alegado por parte de los más interesados, en cuestiones afectivas, sentimentales, como el hecho de que de haber algún accidente en la piscina, fuera del horario habitual del socorrista, sería una responsabilidad de la Junta Directiva y Comunidad. ¿…? ¿Y para qué están el seguro del Complejo, los abogados y otros expertos? ¿Y si se cae un árbol encima de cualquier persona de la Comunidad? ¿Y si se resbala alguien en la Comunidad? Por cierto: En dicha Comunidad nunca ha ocurrido ninguna incidencia como la que tratan de justificar los valedores de una valla que desequilibra por completo la estética, la uniformidad y la belleza panorámica de la piscina y solarium…

Una pregunta: ¿Cuántos hoteles hay en Maspalomas o en Gran Canaria con vallas alrededor de la piscina? ¿Cuántos complejos residenciales y extrahoteleros cuentan con vallas alrededor de la piscina?

En definitiva son tantos los problemas, entre intereses –sobre todo económicos– por parte de unos, caprichos de otros, zancadillas y deslealtades de terceros, silencios misteriosos de otros… Sorprende que con esa situación, se pueda seguir en el día a día de una Comunidad sin confrontaciones, que parece el mejor entretenimiento y modo de vida por parte de algunos mientras rasgan la armonía convivencial como un tributo moral desde la educación, el respeto, la transparencia, la verdad, la claridad y la cercanía afectiva de la vecindad…

Pero hay tantos intereses creados que no hay más remedio que luchar por la transparencia, la legalidad y la verdad de las actuaciones de los responsables directivos, de la Explotadora y de las cuentas y hechos, actuaciones e ideas,. proyectos y propuestas que afectan a todos los propietarios que ya es hora de que se eche mano de los argumentos morales y de la verdad como norma legal y transparencia de una Comunidad.

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