El Gobierno socialcomunista de España, claro es, callado y sin prestar la menor atención ante la tragedia migratoria en Canarias
En el día de ayer un nuevo cayuco, con 40 subsaharianos a bordó, llegó a la costa de Arguineguín, con la ayuda humanitaria y arriesgada del equipo operativo de la Salvamar Macondo, siempre ejemplar y batalladora, en esa huida, constante y permanente, de miles y miles de africanos –marroquíes, senegaleses, mauritanos, etc– por alcanzar las costas de Canarias.
Una situación que se alarga miserablemente en el tiempo, ante aquellos regímenes africanos de severas problemáticas sociales, económicas. políticas, humanitarias y de otros considerandos, que lo dejan todo atrás, como es el caso de las familias, pendientes y dependientes del azar en el nuevo recorrido de los inmigrantes ilegales africanos, que se ponen en manos de las mafias criminales, sí, de las mafias criminales que operan, sin mayores problemas, a ambos lados de la mar, a cambio del dinero que les entregan por el traslado las legiones de inmigrantes…
Mientras tanto, claro es, el silencio escandaloso y la inhibición, también escandalosa, por parte del gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez, y que allá se las vea el gobierno autonómico de Canarias con la lucha y el trabajo del equipo de Fernando Clavijo, presidente de Canarias, que clama en el desierto sin que nadie de Madrid sea capaz de escucharle. Menos, aún, de actuar a favor de Canarias. Ni tan siquiera, por supuesto, el ministro canario Angel Víctor Torres, titular del departamento de Política Territorial.
Lo de siempre.
