Así lo señala el sociólogo en el seminario El Reto Demográfico; despoblación VS superpoblación», en la Universidad de Verano de Maspalomas
“En Canarias, ese territorio minúsculo y ultraperiférico, más que de «reto demográfico» habría que hablar de la ‘paradoja demográfica, que no es otra que el aumento poblacional intensivo de las cuatro islas más dinámicas, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, que adoptaron la actividad turística como motor principal de su economía”, expuso Aniano Hernández, profesor de Sociología en la ULPGC y experto en demografía de Canarias, en el seminario «El Reto Demográfico: despoblación VS superpoblación«’», celebrado en la Universidad de Verano de Maspalomas.
Aniano Hernández ha expuesto asimismo que el aumento ininterrumpido de la población en Canarias “genera contradicciones, en relación al tamaño del territorio, a la capacidad de gestionar servicios públicos de primera necesidad y a la calidad de vida de los residentes, como son la inflación de precios, dificultades para encontrar viviendas o los bajos salarios«, subrayando que, en los últimos años, “el saldo vegetativo es negativo, mientras el saldo migratorio lo supera en cuatro veces. La paradoja demográfica canaria es, si queremos un espacio de vida al estilo Singapur («rico», pequeño y sobrepoblado), o un espacio de desarrollo económico y medioambiental controlado, que garantice calidad y satisfacción a los residentes y a los visitantes”.
El crecimiento turístico intensivo requiere población activa de la vía migratoria
Por este motivo, en su opinión, “el modelo económico adoptado de crecimiento turístico intensivo requiere población activa recurrente, que se provee a través de la vía migratoria”.
Para Asunción Blanco, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, «la despoblación y sobrepoblación sí son una realidad preocupante en algunos territorios de la península, sobre todo en el sector turístico. Por una parte, la sobrecarga y presión de los municipios que han desarrollado su economía, centrándose en el turismo se ha convertido en un grave problema que genera tensiones y que todavía se ha de aprender a gestionar. En paralelo, existe la paradoja de los municipios de la España interior que, sufriendo procesos de despoblación, contemplan la posibilidad de fijar o atraer población gracias a su integración en circuitos turísticos, iniciativas no siempre de éxito, por falta de experiencia y ayuda especializada. Esta paradoja es posible analizarla desde diferentes perspectivas y ayudar así a comprender los posibles fenómenos que se producen en Canarias.
