«No tire un libro a la basura. Merece la pena dejar un libro en las estanterías, abiertas a todos, de la Librería Popular de Maspalomas»
Por Juan de la Cruz
Días pasados nos encontramos por casualidad con la colocación sorpresiva, de una librería que estaba colocaba ante el CEIP «Oasis», en la Avenida Alejandro del Castillo, en San Fernando de Maspalomas, que un día cualquiera, allá por octubre de 2023, desapareció de la noche a la mañana.
Una librería que, según determinados testimonios, prestaba un servicio solidario de todos aquellos cuantos, antes de tirar a la basura o echar a un contenedor un libro, decidían colocarlo en la librería, para que los transeúntes y ciudadanos que estaban a costumbrados a echar una ojeada por las estanterías, curiosear y, de haber suerte, llevarse un libro para entretenerse y leerlo.
Una labor solidaria por parte de muchos, lo que resulta de agradecer y tener en consideración, y prestando un servicio público. Durante largos meses aquella librería se encontraba repleta de libros de diversas consideraciones y temáticas, que podrían servir de entretenimiento, de curiosidad o de interés para otros.
Un libro, un buen compañero de viaje
Novelas, ensayos, libros de entretenimiento, revistas, y que, en su día, se ofrecían en diversos idiomas. Preferentemente español, inglés, alemán e italiano. Inclusive, en sus buenos tiempos, llegó al albergar enciclopedias y colecciones, tal como se aprecia en la fotografía, obtenida en su día, por nuestra compañera Fátima Rodríguez Campos.
Al habernos reencontrado agradablemente, de nuevo, con la citada librería, que coloquialmente hemos dado en llamar y divulgar desde las páginas de «maspalomasplus.com» como «Librería Popular», como una pequeña muestra identificativa y referencial, nuestro brindis por esas nuevas imágenes en las que esperamos que, muy pronto, se vayan incorporando ejemplares cedidos, de forma anónima, por el sentido y el espíritu solidario de todos.
Y es que un libro siempre suele resultar un buen e ilustrativo compañero de viaje, que debiéramos de agradecer a todos, y entenderlo, ahora y siempre, como un servicio de buena voluntad y de sensibilidad, tanto humana como cultural, que nunca viene mal.
Fotografías: Fátima Rodríguez Campos