La responsabilidad de defender y dinamizar los pequeños núcleos humanos San Bartolomé de Tirajana
Por Juan de la Cruz
No hace demasiado tiempo se puso en marcha el modismo, que no revitalización, ni mucho menos, de la España Vaciada. Una referencia analítica de la España rural, la de los pequeños pueblos y municipios que llevan vaciándose, humanamente hablando, desde los años 60 y 70, al hilo de la revitalización industrial, con preferencia de concentración en los grandes municipios y en las zonas industriales.
En Canarias el proceso es similar. Como lo es en Gran Canaria. Y como lo es, también, en San Bartolomé de Tirajana. De este modo poco a poco se va quedando atrás la amplitud, la inmensidad, la riqueza y el sabor del mundo del pueblo de siempre, de los pequeños núcleos poblacionales, porque ya casi nadie desea vivir entre cabras y soledades, entre silencios y aislamientos, entre duras jornadas laborales en el panorama rural , entre partidas de zanga y bostezos, entre vinos solitarios y miradas perdidas entre casas vacías y horizontes sin horizontes, entre parrafadas sin vecinos, entre jubilados y cansados de años con la espalda doblada …
Pero, sea como sea, ese sector rural necesita un reforzamiento estructural y una revitalización. Ese es el reto de los nuevos tiempos en la panorámica del campo en todos y cada uno de los pequeños núcleos rurales que aún siguen existiendo en San Bartolomé de Tirajana y en todo Canarias, mientras los más mayores, siempre los más mayores, tiran con todas sus fuerzas del carro de las tradiciones, del costumbrismo, de las canciones, de los recuerdos, intentando hilvanar, cada día con la más escasa juventud, ese hilo comunicacional y popular que revitalice el pueblo.

Por la revitalización de las áreas rurales...
Claro que hay que luchar, con la mayor firmeza y estímulos para reforzar, intensamente, las estructuras populares de ese hábitat de los pequeños núcleos en San Bartolomé de Tirajana. Zonas perdidas por la mitad de los caminos, con numerosos mayores, con mínimos jóvenes, con escasos servicios administrativos, donde apenas se escucha un ruido humano y sí, sin embargo, el eco del encanto de la naturaleza, pero que solo escuchan los cada vez menos y más mayores habitantes que deambula, por ley de vida, en esas ínsulas que se esparcen entre los cada más abundantes senderos vacíos. Casas deshabitadas, caminos invadidos por el abandono, familias lejanas, sin ruidos ni ajetreos, sin rastro, apenas de vida.
Ese es, también, el pulso y la realidad de un gran lugar de núcleos rurales de San Bartolomé de Tirajana que se pierden en la densidad administrativa de los grandes municipios…
Mientras, hoy jueves, 2 de octubre se inicia en Gáldar el «I Congreso sobre Reto Demográfico de Canarias«, con el desafío y el objetivo de solventar el gran desafío poblacional, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tiene la misión, la responsabilidad y la obligación de reestructurar, de potenciar y de incentivar la potenciación de los pequeños núcleos existentes, aún, a pesar de las exigencias de la modernidad y de las imposiciones de los nuevos tiempos.
Solventar una dramática problemática humana y social
De este modo ahí queda el compromiso para tratar de solventar un compromiso social y humano en lugares como Cercanos de Araña, 57 habitantes, Aldea Blanca, Las Crucitas, Ayacata, Risco Blanco, Hoya Blanca, y tantos y tantos lugares donde cada día quedan menos habitantes, late más y más la soledad y sus reflejos, se palpa más el cierre de esos pequeños núcleos tan humanos, tan humanos, como los que se expanden desde la fenomenología de las grandes poblaciones…
Por delante el deber del compromiso político con la revitalización y modernización de unas remodeladas estructuras populares junto a la incentivación más amplia posible: Casas de comidas populares, lugares típicos, muestras y venta de productos de la zona, circuitos turísticos, ayudas de las administraciones… Porque el campo, incluída la panorámica agrícola y ganadera, va feneciendo, sin que nada, ni nadie, salvo error, ponga remedio alguno. Es la imagen de la España Vaciada, pero con su representación en la San Bartolomé de Tirajana Vaciada y por cuyas aéreas rurales no apuesta casi, casi, casi nadie…
Claro: En esas zonas apenas hay votos…