La supuesta noticia, ya no lo es. Las pateras, los cayucos, las lanchas neumáticas con inmigrantes ilegales africanos llegan, cuando quieren, a Canarias.
La llegada de una patera, de un cayuco o de una lancha neumática procedente de cualquier país africano, preferentemente Marruecos, Malí, Senegal o Mauritania, además de cualquier otro, cargadas y repletas por lo general de inmigrantes ilegales, con hombres, mujeres y niños, en la siempre más que dura y severa travesía por entre las arriesgadas aguas de la mar, en un intento desesperados alcanzar las costas españolas de Canarias, ya no suele ser noticia.
De entrada los medios de comunicación ni siquiera recogen esas informaciones, en numerosas ocasiones, y que se llevan a cabo en cuando se lo proponen los inmigrantes africanos, asó como las salvajes magias criminales, que operan con total y absoluta impunidad, en pleno siglo XXI, en esta época de la informática, burlando todos los medios , alarmas, radares, vigilancias y otros operativos.
De este modo en la tarde ayer once inmigrantes ilegales africanos de origen magrebí, llegaban, como acece tantas veces a lo largo del año, en una patera al muelle de Arguineguín, y que, como siempre, fue avistada a un puñado de millas de la costa. En esta ocasión por un pesquero, en otra por un barco de carga…
Y, como siempre, el equipo esforzado y operativo de la Salvamar Macondo, acudió en ayuda de los inmigrantes, para trasladarlos, como siempre, al muelle de Arguineguín, donde recibirían las adecuadas revisiones sanitarias por parte de los equipos correspondientes.
La irresponsabilidad del Gobierno de España, la preocupación de Canarias
Es lo de siempre: La absoluta dejación de funciones, la irresponsabilidad, la negligencia de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior, de Angel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, inanes, pasivos, inactivos, ante tanto desmán migratorio, escribiendo desde el mayor respeto humanitario y solidario, mientras cada día aumenta un poco más en las calles canarias la presencia de tanto inmigrante, desconocido, sin identidad, del que nadie sabe nada, de qué vive, dónde vive, en qué se ocupa durante el día…
Las cosas claras y el chocolate espeso.
Fotografía: Cruz Roja Española
