El jueves más de cien inmigrantes ilegales fueron rescatados en aguas de Arguineguin. El mayor culpable: El gobierno de Pedro Sánchez, que sigue ignorando la gravedad de la inmigración a Canarias
El jueves fueron rescatados más de cien inmigrantes ilegales en aguas de Arguineguín que viajaban, por darle un nombre genérico, en dos cayucos. Y gracias, como siempre, a los operativos humanitarios, como los de Salvamento Marítimo, se siguen salvando vidas de numerosos inmigrantes que cruzan las aguas atlánticas huyendo de Marruecos, de Mauritania, de Costa de Marfil, y arriesgando su vida tratando de buscar la suerte en Canarias, en España y en otras zonas europeas.
Un problema de una gravedad extraordinaria ante la que el Gobierno de España, con Pedro Sánchez a la cabeza, y un desastroso ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, no son capaces de quitarse la venda que tienen los ojos, o, mejor dicho, no quieren, porque en este tema, hay un motivo preocupante para España. Como es el poder y la fuerza del rey Mohamed VI, de Marruecos, que sigue practicando una política de chantaje contra la población canaria y española. Más aún desde que se conocieron algunos pormenores de la Operación Pegasus.
Como siempre exponemos desde «maspalomasplus.com», con el mayor respeto, consideración y sensibilidad humanitaria y solidaria con los inmigrantes y sus necesidades. Ante ello somos los primeros en tender puentes y vías de ayuda, de fraternidad y de volcarnos en ello.

Pero otra cosa bien diferente es la permisividad, la indiferencia, la tolerancia, de dejar que una serie de inmigrantes ilegales, que el año pasado batieron todos los récords en Canarias, violen la frontera marítima y lleguen, sin ninguna oposición, gracias al poder canalla y operativo de las mafias criminales a uno y otro lado de la mar atlántica, y que desgarran las esencias de las leyes entre unos y otros países.
No se puede permitir que en pleno siglo XXI, la era de la informática, unas mafias criminales como subrayamos líneas atrás, una indiferencia y un pasotismo atroz de los gobiernos de determinados países africanos, comenzando por el déspota Mohamed VI, hagan de su capricho una «ley» para violar sistemáticamente el derecho internacional y trasladar a Canarias, a España y otros países unas marchas inmensas de inmigrantes ilegales.
Ni es justo ni es tan siquiera razonable. Ni es serio ni es ético. Otra cosa bien diferente es que Pedro Sánchez esté atrapado por la indigencia moral y política de miembros de su gobierno y que se permita, tolere y consienta una actitud tan descomunal como representa y supone el que tantos cuantos quieran, inmigrantes ilegales y mafias criminales, sean puntos de base y partida, para allanar los derechos internacionales.
En el bien entendido, reiteramos, de nuestra mayor solidaridad y sentido humanitario con aquellos inmigrantes que solo pretenden abandonar su país de origen –por circunstancias políticas, económicas y sociales– a costa del egoísmo de los gobiernos africanos y de las respetivas problemáticas que se plantean en Canarias, en España y en numerosas zonas europeas.