Con alguna periodicidad aparece ante la estantería en la fachada del colegio «Oasis», algún desaprensivo cargando bolsas de libros. que ya no vuelven.
La estantería de libros, expuesta y abierta a todos, ofreciendo sus ejemplares a los caminantes y paseantes, que se encuentra situada en la avenida de Alejandro del Castillo, ante la fachada del Colegio de Educación Infantil y Primaria «Oasis de Maspalomas«, según cuentan algunos vecinos, experimenta con frecuencia, unos cambios bruscos.
De repente la estantería puede aparecer casi repleta de un diverso espectro de ejemplares: De novelas, de cuentos, de libros de texto, de enciclopedias de diversas características, de diccionarios, y hasta de colecciones enteras, como hemos podido comprobar personalmente, en diversos idiomas, sobre todo, claro es, en español, alemán e inglés, como, también, en un pis pas, por mor de la mano ajena, puede encontrarse casi completamente vacía.

Así estaba la estantería hace escasas semanas. Un servicio público para todos.
Estantería herida por manos amigas de lo ajeno
Esa imagen tan decepcionante y decadente la hemos podido apreciar desde el periódico digital y diario «maspalomasplus.com» hoy mismo, lunes, 25 de agosto, con las filas de la estantería heridas, probablemente, por manos ajenas a la buena voluntad.
Del fruto, pues, de la manifiesta generosidad colectiva por parte de tantos vecinos, que acuden a dejar sus libros en la estantería para satisfacer la curiosidad, el entretenimiento y el conocimiento de los transeúntes, antes de que los ejemplares puedan morir en el olvido de las casas o depositados en un contenedor, resultan bastantes los que optan por dejarlos en aquel muestrario a la intemperie… Pero otros, ante la ausencia de transeúntes por la zona, se aprovechan para acudir con bolsas con una gama de ejemplares, que guardarán en un coche, aparcado allí mismo durante un escaso tiempo… Tales libros, pues, condenados, ya no regresarán a las estanterías.
El fin solo lo sabrán algunos. Que buenos lectores y solidarias gentes, por cierto, no parecen ser, a la vista de ese denigrante hecho de arramplar con aquella oferta abierta a todos, para que los libros, una vez leídos, sean devueltos a su lugar de origen.
Así, pues, ¡cuidado con los mangantes de libros en Maspalomas…!
NOTA: La fotografía de la portada está efectuada el lunes, 25 de agosto.