La oleada de inmigrantes ilegales africanos sigue hacia Arguineguín y Canarias, con la dejación de funciones del gobierno de Pedro Sánchez.
El cayuco de cada día, o patera o lancha neumática, según, tal como solemos enunciar la noticia, llegaba ayer a Arguineguín. Lo de casi cada día.
Y, como siempre, una embarcación de Salvamento Marítimo acompañó al cayuco, con 69 inmigrantes varones de origen subsahariano, que había sido avistado, previamente, a unos once kilómetros al sur de la isla de Gran Canaria.
El rescate se llevó a cabo ha producido después de que la Guardia Civil alertara de que se había producido un eco en el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de un cayuco a seis millas náuticas al sur de Arguineguín.
Seguidamente el Centro Coordinador de Salvamento de Las Palmas activó a la salvamar Macondo que avistó el cayuco y cuyo servicio operativo y humanitario, acompañó al cayuco hacia el muelle de Arguineguín, en el municipio de Mogán, donde llegaron y fueron asistidos por el dispositivo sanitario de Cruz Roja y del Servicio de Urgencias Canario (SUC).
Pateras, cayucos, lanchas neumáticas
Pateras, cayucos, lanchas neumáticas que llegan repletas de seres humanos, con los que trafican sin mayores problemas las mafias criminales, a ambos lados de la mar, ante la inacción, tolerancia, permisividad e inacción del gobierno español, ante la inmensa cantidad de inmigrantes ilegales africanos que llegan a las costas canarias huyendo de las graves problemáticas sociales, económicas, políticas y humanitarias existentes en los países de origen.
Toda una amplia y más que profunda tragedia, por una amplia serie de razones, como ya hemos dejando constancia en innumerables ocasiones, mientras Canarias, siempre humanitaria, se vuelca con esas oleadas de inmigrantes ilegales, ante la pasividad absoluta de sus países de origen y la pasividad absoluta, al mismo tiempo, del gobierno de España.
Ya apuntaba recientemente Fernando Clavijo de la situación de estos procesos migratorios, advirtiendo que se esperaba hasta fin de año la llegada a Canarias de 70.000 inmigrantes ilegales.