Llegan y llegan sin cesar pateras y cayucos marroquíes y subsaharianos, mientras nadie quiere intervenir en defensa de Canarias
Ya llegó en la tarde de ayer el cayuco de cada día al Muelle de Arguineguín. Esta vez con 126 inmigrantes ilegales a bordo. Inmigrantes que van llenando, cada día un poco más las calles de Gran Canaria, las calles de Canarias y las calles de España, sin que las autoridades pertinentes, con el presidente del gobierno de España Pedro Sánchez a la cabeza, ni el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, hagan el más mínimo esfuerzo por la defensa de Canarias ante esta inmensa y paulatina llegada, un día sí y otro también, de pateras, de cayucos, de lanchas neumáticas, procedentes, sobre todo, de Marruecos, de Senegal, de Mauritania.
Lo de siempre. Una llamada y un aviso a los operativos logísticos humanos de Salvamento Marítimo, personas de una gran fuerza humanitaria y entereza, que salen al encuentro de la embarcación africana. Y que, en medio de extraordinarios esfuerzos, proceden a auxiliar a los inmigrantes ilegales que anhelan abrazarse a las costas españolas…
En esta ocasión el cayuco trasladaba 126 inmigrantes ilegales subsaharianos. 113 hombres, doce mujeres y una menor de edad y que fueron hallados, aproximadamente, a unas 2,5 millas de la localidad de Mogán.
Hasta la zona se acercaron, con valor, con su empuje, con su solidaridad humanitaria, los servicios de la Salvamar Macondo, que, como siempre, se merece nuestro mayor y mejor aplauso.
Ahora, también, como siempre, los inmigrantes subsaharianos serán atendidos extraordinariamente bien por las solidarias y humanitarias voluntades de los ciudadanos españoles. Una solidaridad con la que coincidimos…
Más tarde, sin embargo, los inmigrantes ilegales seguirán en sus campas por España y pronto, tal vez muy pronto, se habrán convertido en ciudadanos españoles. Por la gracia de Mohamed VI, rey de Marruecos, que es el que manda, y con el acatamiento de Pedro Sánchez y sus colaboradores, que son los que obedecen.