Del primer panel ante la obra al costo publicado por el Cabildo de Gran Canaria había una diferencia de 619.197,99 euros
«¡Lo que hace falta es una buena concentración, a ver si espabilan algunos…!«, «Ya basta», «Esto es un cachondeo», «¿Qué sucede con el Mercado de Maspalomas?», «¡Cómo se nota que no es un empresa privada la que paga todo este retraso…!», «¡Qué bien se tira con la pólvora del Rey…!», son algunas de las respuestas que hemos encontrado en este largo recorrido, con las numerosas informaciones que ha publicado el periódico digital «maspalomasplus.com» sobre uno de los retrasos más escandalosos en una obra pública, en Maspalomas, que, inicialmente, se comprometió a abonar íntegramente el Cabildo de Gran Canaria.
Todo marchaba con su rutina habitual hasta que un lector de «maspalomasplus.com» nos comunicaba el retraso en la obra, acorde con los tiempos explicitados en el único papel informativo que había ante la obra. Cuando «maspalomasplus.com» comprobó los datos referenciados, siguiendo, claro es, las indicaciones del panel informativo, apreciábamos un costo, tal como se puede ver en la fotografía de la portada de 5.368.065,01 euros, mientras que en la nota hecha pública por el gabinete de Comunicación del Cabildo, en febrero de 2023, se indicaba que el costo de la obra ascendía a 5.987.263,00 euros. Es decir, una diferencia notable de 619.197,99 euros. De lo que informamos debidamente desde estas páginas.

Tras la publicación de la diferencia presupuestaria por «maspalomasplus.com» apareció un segundo cartel…
La diferencia presupuestaria de un panel y un segundo panel
Así lo publicamos y nadie, absolutamente nadie, nos rectificó absolutamente nada. Posteriormente apareció un nuevo panel informativo, de la noche a la mañana, sin previo aviso, en el que se apreciaba otro panel con un costo de una cantidad de 619.159,01 euros. Y tampoco nadie nos rectificó lo más mínimo.
Y ahí continúa, día a día, el inmenso retraso del Mercado de Maspalomas… Allá cada uno con sus responsabilidades, sus palabras, sus firmas, sus compromisos, sus obligaciones, sus silencios…
Pero el hecho evidente es que hasta donde hemos podido comprobar charlando con la gente llana, los que se aflojan sus bolsillos con los impuestos, el estado de cabreo es latente… Más, aún, cuando el retraso del Mercado ya está a punto de alcanzar el récord de 500 días en una obra pública en Maspalomas