Abraham García, creador de una escuela de caricaturas, está de moda. Le llaman para bodas, bautizos, centros comerciales. «No doy abasto».
Por Juan de la Cruz
Abraham García (Santa María de Guía, 1990) es un luchador nato. Descendiente de familia trabajadora y esforzada, de olfato artístico, vivió una infancia muy diferente a muchos. Quizás por aquello de que en su barrio, Farailaga, se vivía como se vivía, con las puertas abiertas de par en par al vecindario, aprendiendo y saboreando la calle y el campo, la familia y las pandillas amigas…
Estudió Bachillerato Artístico en la Escuela de Arte y Artes Aplicadas a la Escultura, pero su pasión por el dibujo le quedó muy arraigada en sus venas, artísticas, claro es, desde que su padre le pintaba monigotes y garabatos para que los copiara. ¿Una afición de aquellos tiempos? Quizás ni él lo sepa pero confiesa que «desde pequeño fui tartamudo, y creo que el dibujo fue mi refugio«. Por ese motivo considera que «me resultaba más sencillo expresarme a través de imágenes que de palabras«. Hace un alto y añade divertidamente:
— La verdad es que ahora sigo siendo tartamudo, pero lo hago con una técnica imaginativa…

Profesional de la caricatura y el dibujo
En ese refugio participaba, día a día, de una formación inquieta y abierta, pero no había más remedio que ganarse la vida y por ese motivo trabajaba de Auxiliar de Enfermería en una residencia de mayores en Telde, donde surcó numerosas adversidades que, aunque le temblaba el ánimo, le llevaba al esfuerzo más sobrehumano posible. Lo que le honra y mucho. Vive en Ingenio y desde muchos años seguía el rastro de su imaginación artística. Y luchando con sus propias fuerzas, gigantes, compatibilizaba la imaginación artística y creativa con el trabajo de sus caricaturas y dibujos, basados en su formación y en su imaginación, en su creatividad, ante un montón de compromisos por bodas, bautizos, centros comerciales…
Tras largo tiempo entre las dudas hace unas semanas decidió dar un salto adelante. De este modo Abraham García, Abricaturas, como le conocen, decidió dar un salto importante. De este modo pidió la excedencia laboral y desde hace escasas semanas se ha pasado al campo profesional de la caricatura, promoción de marcas, diseño de lámimas…
De fino humor, de gran formación en numerosos campos, con una fecunda imaginación practica ese sentido común y racional de la observación. «Un filón de hilos argumentales que generan mucho dinamismo«, apunta.

Pasando revista hacia atrás
Pasando revista a su vida le fascinaban las viñetas de los periódicos y copiarlas, como cuenta, «con la imperfección de un niño, caricaturas de figuras como Felipe González, Anguita o Jordi Pujol. A la par, coleccionaba estampas de santos y desarrollé una profunda fascinación por la iconografía religiosa del judeocristianismo«.
Incrustado en el campo de las dinámicas de su propio sentido caricaturesco «crecí admirando a Gallego & Rey, Idígoras & Pachi, y agradezco profundamente a mi familia por dejarme comprar El Jueves desde muy temprana edad, aunque no fuera precisamente una revista para niños«.
Poco a poco se fue abriendo al camino y a la entrega de ese campo de la caricatura:
— Mi primera experiencia profesional con la caricatura en vivo fue en una ruta de los pinchos en Arinaga, donde me contrataron para hacer retratos a los clientes. Me hicieron ir disfrazado “de mamarracho”, y los dibujos eran, siendo honestos, bastante malos. Pero ahí comenzó todo. Después colaboré con una empresa de animación de un amigo, donde hacía caricaturas e imitaba personajes, una de mis habilidades paralelas. Todo esto lo compaginé con mi trabajo como auxiliar de enfermería, al que he dedicado muchos años de mi vida.

Bodas, bautizos, centros comerciales, encargos…
Un cambio radical y profundo en su vida mientras trataba de equilibrar la panorámica de la balanza de sus pasos hasta que:
— Tras múltiples fracasos, encargos que no salieron bien, y noches en locales de dudosa reputación que parecían más un campo de entrenamiento que otra cosa, comenzaron a llegar eventos importantes, bodas, promociones de marcas y encargos por distintos rincones del archipiélago. Hasta que hace poco decidí dar un paso valiente: pedí una excedencia en mi trabajo sanitario para dedicarme por completo a esto de captar almas y urgarlas a través del monigote.
Y, ahí, ya, Abraham se entregó en cuerpo y alma a una profesión con la que abre las puertas de la profesionalidad más cualificada, competente+, imaginativa y estilista. ha sabido crear un campo de identidad personal en el complejo y difícil arte de la caricatura, donde está creando una escuela canaria de notorio relieve personal, con esa capacidad de ver desde su pensamiento los rasgos ajenos y dimensionarlos en una medida artística que llevan, ya, su sello personal. Del mismo modo que trabaja las viñetas de humor, que crea aventuras, o que se entretiene con esa otra maravilla que ha creado con el nombre de «serVIÑETAS«.
Un tipo profundo, que maneja la conversación amplia y diversa, que saborea el ajetreo popular, que se relaja escuchando música clásica, la España bizarra y profunda, la copla, la Semana Santa, la historia de la República y el franquismo, que no siendo cristiano admira la figura de Jesús de Nazareth, lo mismo que se declarada enamorado del jazz de los años 20…

Abraham García, el caricaturista de moda en Canarias
La evolución popular de Abricaturas
— Desde hace relativamente poco tiempo, mi trabajo ha empezado a llamar la atención de medios de comunicación, tanto televisivos como escritos, como este. Y aún no termino de comprender del todo la repercusión que está teniendo lo que hago. A quienes empiezan, les lanzo un consejo: sean optimistas, fracasen sin miedo, empiecen desde abajo, pero no se detengan nunca. Yo he tenido que caer muchas veces para hoy poder disfrutar de algo de luz, estabilidad y reconocimiento.
Cuando pinta, ya en plan profesional, lo hace con ese esmero y pulcritud que le distingue por su entrega al trabajo de su pasión, al trabajo para que el nació, y al que se dedica con toda intensidad. Un trabajo que le lleva a una concentración intelectual de gran calibre, incluso que le lleva a lo que denomina «como entrar en trance a través de sus meditaciones, y que le llevan a terminar cansado en su trabajo, pero, eso sí, que conste, sumamente agradecido y satisfecho de mi trabajo».
Y, claro, como consecuencia:
— Hoy me siento parte activa del gremio como socio de la asociación “Se nos fue el bayfo”, que reúne a caricaturistas y humoristas gráficos de Canarias. Les animo a conocerla y descubrir el maravilloso trabajo de mis compañeros y compañeras.

Abraham García despidiéndose de su anterior trabajo…
Abraham, caricaturista de moda en Canarias
Abraham es un tipo divertido, ameno, humanista, franco… Y te dice:
— Gracias nuevamente, Juan, por por fijarte en alguien como yo, un dibujero de machangos.
Y allí sigue, encerrado en su diversidad creativa, haciendo camino al andar, y habiendo cambiado la coreografía de una residencia de Mayores por el sabor humano de dejar constancia de creatividad expositiva desde la caricatura, desde la agudeza, desde la observación, desde el análisis del personaje y perfilar una caricatura que ya queda moldeada en la historia con la firma de Abraham García.
¡Salve, Abraham García, que estamos ante el caricaturista de moda en Canarias…!
Para contactar con Abraham García
Instagran: @abricaturas
Correo Electrónico
abricaturas9018@gmail.com
Teléfono:
690316032
