Poco a poco la estantería, ante el IES «El Faro de Maspalomas», presenta nuevos libros que disfrutan los viandantes lectores.
La verdad es que resulta agradable pasar ante la estantería de libros, colocada nuevamente ante el IES «El Faro de Maspalomas«, en la avenida Alejandro del Castillo, y presenciar como poco a poco van aumentan los libros de las aportaciones solidarias por parte de los vecinos de San Fernando, y que, al tiempo, van recogiendo, paulatinamente, otros vecinos que curiosean por los ejemplares existentes en la estantería. tanto en alemán como en inglés o en español. Tanto novelas como ensayos, comics, libros de texto y hasta algunos tomos de enciclopedias y colecciones diversas que siempre, cuando menos, curiosearán los vecinos y ciudadanos que por allí se acercan.
Una cooperación por parte del vecindario de San Fernando de Maspalomas que siguiendo la sugerencia del periódico digital «maspalomasplus.com» , una vez que ha vuelto a aparecer la misma, tras una larga ausencia, que todos, de uno u otro modo, agradecemos por el bien de la lectura a la que invita la presencia de los libros que se acumulan en la misma.
Una vez más, de este modo, solicitamos esa labor tan amable de los vecinos que aportan sus libros, antes que desaparezcan en una bolsa de basura, con el ruego, tal como se indica en los tres cuerpos de la estantería y en los que se solicita que, una leídos, los libros sean devueltos a su lugar de origen y para su uso por parte de otros lectores.

Libros para todos en la «Librería Popular Maspalomas»
La verdad es que, durante el tiempo que llevaba la librería instalada y expuesta libremente a todos, ofrecía, desde nuestro personal punto de vista, un servicio social y vecinal como un gesto de referencia y sensibilidad cultural. Tal vez conscientes de que un libro representa, siempre, una ilusión.
Una librería y una estantería que, paulatinamente, va recuperando esa simbología referencial e identificativa en San Fernando de Maspalomas, invitando a todos a la lectura. y, asimismo, recordándose, tal como se señala en los tres cuerpos de la estantería, que una vez leídos sean reintegrados a su lugar de origen para su uso por otros vecinos.