Un bello amanecer, el de hoy, que se va cuajando, paulatinamente, de unas bellas tonalidades de colores.

Todos los amaneceres de Maspalomas son una preciosidad y que se suelen conformar de una amplitud en la gama de colores, y, también, de sensaciones que hacen de este hermoso rincón uno de los que cuenta y figura entre los amaneceres más sorprendentes.

Al fondo el resplandor solar, que se va imponiendo, entre suaves sensaciones y paulatinos cambios, a las tonalidades de la noche, mientras el día despierta con esa lentitud y esa suavidad ante la que el observador se detiene con esa mirada tan sorprendente y de tantos encantos como los que se desliza en cada amanecer y entra las caprichosas pinceladas de la naturaleza en el cuadro de todos y cada uno de los amaneceres de Maspalomas.

Amaneceres vitales y coloridos, plenos de encanto, ante los que merece la pena sentarse, sin prisas, y ejercer esas sensaciones que emanan en la sensibilidad, en las percepciones y en la mente de cada uno de nosotros.

La verdad es que los amaneceres de Maspalomas se cuajan de tinturas y de pinceladas de acuarelas y de una combinación de gamas y de colores que invitan a ese dejarse envolver por la impresionante tintura de color, tal cual se aprecia con una gran fuerza y una gran belleza en el amanecer de cada día en Maspalomas.

Como el de hoy mismo.