La decisión adoptada por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana hoy es aplaudida por la inmensa mayoría de los afectados.

El equipo de gobierno entre PP-AV y Coalición Canaria en San Bartolomé de Tirajana dio ayer, 27 de junio, un paso muy acertado (y trabajado), para solventar un marco histórico de conflictos y desencuentros en esa más que compleja franca de debate, de división, de conflictos de tensiones que ha perforado, de forma muy señalada y significativa, el sentido de la convivencia social y estableciendo una frontera de división entre unos y otros. Porque, para no engañarnos, había y hay muchos intereses en juego, pero del que siempre salían perdiendo, por una diversidad de circunstancias, los propietarios de un apartamento o de un bungalow.

Y es que, en muchos casos de ese anómalo y largo recorrido, ha habido muchos, muchísimos intereses en juego —por ejemplo el caso de las Explotadoras, con un nombre que les va perfectamente en su denominación— contra el que ha resultado misión casi imposible, por no decir imposible del todo, la lucha emprendida por los propietarios en la defensa de sus intereses comuneros. Un ejemplo más que claro lo tenemos y encontramos en el Complejo Campo Golf, con esa inusitada combinación en el mando del complejo en el que el gerente de la Explotadora, una empresa particular y privada, ha ejercido durante treinta años, a la vez, la administración del Complejo.

Con cuentas a mano, opacas, indebidas, inexactas, desajustadas, inexplicables, incomprensibles, y con errores o confusiones, por darle un nombre de respeto, en las resultaba imposible clarificar lo más mínimo. Por lo que los propietarios, en complejos turísticos, se han encontrado tantas adversidades que han llegado al cansancio más absoluto por el «imperativo legal» de ese interés convergente de una empresa particular, la Explotadora, administrando una Comunidad de Propietarios. Como ayer mismo dejábamos constancia en «maspalomasplus.com«.

Hasta el punto, como ejemplo significativo de que unos comuneros críticos con la gestión de la Explotadora de dicho Complejo logró echar para atrás, hace dos años, un recibo por un importe de 135.489,77 euros, lo que se dice pronto, pero que, sin embargo, que no presentaba factura alguna, firma de ningún directivo, registro alguno en acta, ni comunicación alguna. Pero que, paradójicamente, avalaba el tesorero, I.V.P., hoy vicepresidente. ¿Y si hubiera colado la factura? Pues a pagar, que es de lo que se trata. Pero a pagar, claro es, a la Explotadora. ¡¡Ya basta…!!

La segregación de la Comunidad y la Explotadora, un logro excepcional de los críticos, supuso una tranquilidad, a pesar de que diversos canarios colaboracionistas y extranjeros que, en buena medida desconocen la fenomenología de los conflictos internos, en cuentas, en pertenencias, en derechos.

Por lo que la decisión del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, con Marco Aurelio Pérez al frente, como alcalde, y Alejandro Marichal, como primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, aprobando declarar la “extraordinaria y urgente necesidad pública” e ‘interés social’ de la ordenanza provisional que se prevé redactar de inmediato para ordenar la compatibilidad provisional de los usos turístico y residencial en parcelas homogéneas de toda la zona turística litoral del municipio, se puede calificar de un acierto, de un éxito y de un manifiesto acto de justicia. La norma fue apoyada, asimismo, por el Partido Socialista, mientras que los cinco concejales de Nueva Canaria votaron en contra.

De este modo de de destacar las muy acertadas palabras de Alejandro Marichal dejando manifiestamente claro en su relato que «Urbanismo pretende dar una mayor seguridad jurídica a los vecinos que residen en las parcelas donde las fichas de ordenación pormenorizada del planeamiento municipal establece la denominación de “apartamentos o casas vacaciones bungalows”.

Lo que es de agradecer por tantos que se encontraban desamparados ante las confusiones habidas por tantos errores e intereses de quienes han actuado de determinada y muy desacertada forma, en lugar de intentar viabilizar el máximo encuentro entre los comuneros y las explotadoras de los complejos turísticos que, por esas extrañas razones, beneficiaban tanto a las explotadoras y no a los propietarios.

Ahora, entendemos, es acelerar al máximo la propuesta, formulada con todo rigor por Alejandro Marichal, que ya cuenta, se supone, con el visto bueno del ejecutivo canario. Hasta el punto de que hace escasos días Marichal lograba una entrevista de la Plataforma de Afectados por la Ley Turística, con su presencia y ante Fernando Clavijo, presidente del Gobierno canario

Del mismo es de destacar la declaración formulada ayer mismo por Alejandro Marichal, subrayando que se trata de “un paso crucial para resolver la confusión que afecta a muchos propietarios y residentes en la zona turística. Queremos asegurarnos de que nuestras normativas urbanísticas reflejan la realidad y las necesidades actuales del municipio, y para eso tendremos que adaptar el Plan General, para permitir una convivencia equilibrada y ordenada de los usos turísticos y residenciales, ofreciendo una mayor seguridad jurídica a los vecinos a fin de paralizar los expedientes sancionadores iniciados por la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias”.

De este modo un importante número de residentes y propietarios las zonas turísticas de San Bartolomé de Tirajana, han ganado una parte de la tranquilidad que les impedían las explotadoras y complejos turísticos de extrañas conformaciones legales, en las que se ha dificultado, mucho, no, muchísimo, en sentido convivencial y en defensa de los derechos de los propietarios y comuneros.

Un excelente trabajo, pues, el de Alejandro Marichal, que habré encontrado numerosas adversidades en este recorrido, en el que se encuentra implicado desde hace largo tiempo y que, ya, por parece haber encontrado una velocidad de crucero de relevancia, de dignidad, y sobre todo de sensibilidad con quienes hasta hoy han sufrido duros golpes de Explotadoras. Más aún, por su abuso de poder.

De tal modo que, inclusive, en su concepto moral de esta nueva normativa, que ya ha arrancado con fuerza, tras su aprobación en el pleno del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Alejandro Marichal dejó constancia clara de que responde a “un modelo turístico que da identidad al destino y pone en valor a las personas, como una ciudad turística que integra a los turistas con las personas que residen y viven aquí. Ninguna persona que está residiendo en la zona turística está en contra del turismo, sino todo lo contrario. Nuestro modelo turístico es revisable, y lo que estamos proponiendo es un cambio en la forma de entenderlo: que los que vienen se integren con la cultura y las personas que vivimos aquí, y no crear guetos ni polígonos industriales”.