Hoy, con una mínima ráfaga de viento, se abatía una rama de palmera ante el Mercado Interminable de Maspalomas.
Las cosas claras y el chocolate espeso. Ya son algunas las veces que hemos dejado constancia de que hay muchas, muchísimas palmeras que se van muriendo, en entornos céntricos de Maspalomas, con sus ramas, heridas de muerte, sobre el asfalto.
Una estampa tan lamentable como significativa, precisamente porque son muchas las ramas de palmeras, que día tras día, se van abatiendo, paulatinamente, sobre el asfalto de calles y avenidas de Maspalomas. Y que, como ya hemos trasladado en otras ocasiones ofrecen una penosa estampa que representan el abandono y descuido de una Maspalomas turística.
Si usted se llega a la altura del Mercado Interminable de Maspalomas, un bochornoso ejemplo político, es probable que aún pueda ver sobre el asfalto una gran rama que este mediodía se derrumbaba sobre el asfalto. Ahí está la imagen que captó «maspalomasplus.com«.
El hecho evidente es que tanta rama caída, lo que seguirá produciéndose por numerosas partes, además de ofrecer una mala imagen, puede generar, cualquier día, en el momento menos pensado, algún riesgo para un paseante o un conductor.
Algunos se podrán rasgar las vestiduras tachándonos de pesimistas… Pero, como frecuentamos las caminatas por Maspalomas, resulta más que evidente que son numerosas, qué digo, numerosísimas las palmeras, por uno y otro lugar, por uno y otro lado, que se van muriendo de pena. Con ramas secas de toda sequedad, con falta de abandono, descuidadas, y por calles y avenidas por las que transitan viandantes así numerosos coches y autobuses, repletos de turistas, que denigran una estampa, tan repetitiva, que, quiérase o no, daña la imagen de Maspalomas.
Esperemos que la autoridad competente corrija tanto y tanto palmeral seco y reseco sobre el escenario urbano de Maspalomas…
Nota: La fotografía de «maspalomasplus.com» está hecha este mediodía en el jardín que se levanta, ya es casualidad, ante el Mercado Interminable de Maspalomas.
Fotografía: Fátima Rodríguez Campos