La verdad es que ese histórico y muy antiguo proyecto del tan prometido tren entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas, se hace, cada día, más necesario. Y, si nos apuran en el juicio, hasta urgente. Pero parece que aquí solo se habla de proyectos, de proyectos lentos y desesperantes, y no de inversiones y de la cobertura de grandes necesidades en beneficio de todos los ciudadanos. O sea, lo de casi siempre.

En las últimas semanas parece que el arranque de ese tren, que cubriría una necesidad vital entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas, que generaría un importante factor de la economía canaria y en beneficio de los miles y miles de usuarios que todos los días se enfrentan a unas largas, casi eternas y muy desesperantes caravanas en la autovía, entre ambos puntos, se hace sumamente importante y vital. Y del que, además de las propuestas correspondientes, se beneficiarían numerosos ciudadanos.
Otro histórico retraso, el de este Tren, cuya idee inicial se pierde en la noche de los tiempos, por mor de muchas incompetencias políticas, que lleva almacenado en los cajones del olvido durante un largo montón de años. Lo que supone una ofensa al pueblo, por parte de sus máximos responsables. Ya sea el Gobierno de Canarias, ya sea el Cabido, o ya sea el Gobierno de España…
Pero entendemos, modestamente, desde nuestro criterio y vocación de servicio público, que ya es llegada la hora de que se hable con la mayor claridad y transparencia a la ciudadanía, que se informe, siempre, a todos, y que se lleven a cabo y se afronten de forma decidida, rotunda y clara los proyectos más necesarios e importantes como es, en este caso concreto, el de la puesta en marcha, de una vez por toda el Tren entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas.
Esperemos, pues, que todos los responsables de esta deuda con las gentes, acelere al máximo, sus estudios, sus propuestas, sus caminos, sus raíles, sus estaciones, y arranque lo antes posible para cubrir esa distancia de 58 kilómetros y las 11 estaciones del recorrido que hay al medio (con paradas y servicios Santa Catalina, San Telmo, Hospitales, Jinámar, Telde, Aeropuerto Carrizal, Arinaga, Vecindario, Playa del Inglés y Meloneras) y que será, sin lugar a dudas, una gran noticia… Eso sí, lo será el día en que, por ín, se ponga en marcha este tren tan esperado y anhelado por todos.
Estamos hablando de una media, inicial, de veintitantos millones de viajeros y, sobre todo, de muchos que abandonarían el trayecto del coche y que, en horas punta, se convierte en un inveterado calvario para todos sus usuarios.
s