¿Tres años para «intentar» aplicar una normativa justa y moral, como la que ahora no existe en la Ley de Renovación y Modernización Turística? No, por favor.
Por Juan de la Cruz
En tres años, presidente Clavijo, puede ocurrir de todo. Antes de tres años, el plazo que se ha fijado para corregir la profunda injusticia que existe en la Ley de Renovación y Modernización Turística, y, mientras, proceder a la «suspensión temporal de sanciones» es mucho tiempo para curar las angustias y las heridas morales, causadas en 17.000 familias con apartamentos o bungalows en Maspalomas, cuyo único culpable fue el gobierno del año 2013, en que se sacó adelante la normativa,. Un gobierno con Coalición Canaria, su partido, en la presidencia.
Hoy, tantos años después, doce, ni más ni menos, la gravedad de la redacción en aquel texto aprobado, inmoral a todas luces, por el daño a tanto ciudadano, continúa sangrando de modo severo. Sencillamente porque continúa afectando a una 17.000 familias, y entre las que el articulista considera que no debe de haber ningún diputado que estuviera en aquel Parlamento con un bungalow o un apartamento.
Sepa, presidente Clavijo, que esa herida supura por donde mas duele: El clamor de tantos ciudadanos y familias, muchas de cuales habrán votado a Coalición Canaria, que, con esa Ley, erró de forma insensible, en su decisión. Y ahora, en un momento idóneo, cuando las «sanciones» han destapado una problemática que angustiaba a tantos y tantos, cuando las explotadoras han abusado hasta la extenuación con el abuso sobre tantos ciudadanos, se abre un plazo de tres años… ¿Para qué, presidente?
¡Cuán largo nos lo fiais…!
En tres años pueden ocurrir tantas cosas contra los propietarios
Antes de tres años se celebrarán sin la menor duda los comicios municipales y autonómicos, y probablemente, puede que, tal como anda el patio, hasta elecciones generales. Como consecuencia, pueden acaecer tantas circunstancias en este espacio de tiempo que por mucho que se empeñe este plazo no solo no es operativo sino destructivo. eso sí, en contra de la voluntad de 17.000 familias canarias que, tal vez, se piensen sus sufragios a la hora de ir a las urnas. Inclusive puede haber cambios de gobierno y hasta cambios de criterios y continuar zahiriendo a los propietarios de un bungalow o de un apartamento en suelo turístico.
El presidente del Gobierno de Canarias cuenta, entre sus responsabilidades, con la de posibilitar la mejor convivencia entre los ciudadanos y ayudar a unos ciudadanos que «cayeron en un maldita trampa» producto del Gobierno de Canarias en 2013, que ha generado numerosas angustias, desilusiones, frustraciones y otros, como debe de saber. Y que, además, no tienen ninguna culpa ni responsabilidad de nada.
Del mismo modo que en «maspalomasplus.com» nos hemos hecho eco de su incansable gestión como es el caso de la crisis migratoria, con la obstrucción del gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, y del ministro socialista canario Angel Víctor Torres, hemos de tener la responsabilidad de señalarle que 17.000 familias en Maspalomas y 100.000 en Canarias es mucho más importante que otras gestiones. Pero hay que remarcar que en el debate del pasado miércoles se escucharan frases como la de Jessica de León, consejera de Turismo, que la problemática está derivada de la «grave inacción» de los últimos años. Todos ellos con gobiernos, precisamente, presididos por Coalición Canaria.
¿Por qué no urge a que los ayuntamientos aceleren al máximo su criterio al respecto, con 13 años de desprotección de 17.000 propietarios en Maspalomas? ¿Por qué no le imprime prioridad a este asunto?
Ya es hora que se haga justicia. Pero de aquí a tres años, qué quiere que le diga, pueden acaecer muchas cuestiones, que, salvo error, seguirán dañando de uno u otro modo a todos los propietarios por el hecho de haber adquirido en su día un apartamento o un bungalow sin que nadie de los expertos intervinientes en las operaciones les avisara lo más mínimo de una situación cruel, inmoral, injusta, vergonzosa, soez, de haber desgarrado la moral de un montón de familias.
Que no sea usted, presidente Clavijo, el próximo nombre que se incorpore al de quienes zahirieron a 17.000 familias en Maspalomas y 100.000 en Canarias.