No se si será verdad lo del cambio climático, pero que zurre el calor en pleno julio no es un hecho histórico…
Por Juan de la Cruz
Son las 10 de la noche del 18 del julio cuando el articulista se asoma a ésta, su humilde ventana, y dejar algunas reflexiones que se aprecian por Maspalomas. Y mientras mira por la ventana, como tratando de ubicar un tema, pasa revista a un día, como el de ayer, en el que ha tenido que escuchar a unos cuantos vecinos del complejo en el que mora, a los parroquianos y camareros de un par de cafeterías, a dependientes y clientela del supermercado y hasta a paseantes por las cercanías del Faro de Maspalomas, una expresión, tampoco demasiado original…
— ¡Qué calor…!
El periodista no es que sea, precisamente, un analista de la fenomenología del tiempo ni sus variables, ni tampoco un filósofo,… Y, mientras camina de regreso hasta su vivienda, Parque Tony Gallardo arriba, pasa revista a esa frase tan poco original con la que reaccionamos los humanos, que, con dos palabras tan solo, manifiesta toda una amplitud de conceptos ante este tiempo de calor, claro es, que se tiene que vivir en plena canícula, 19 de julio… Incluidas, claro es, las alertas por altas temperaturas… O el mismo calorcito que esta mañana zumbaba en la Casa Condal de San Fernando de Maspalomas, durante la presentación del «IX Maspalomas Costa Canaria Soul Festival«. Calor al que durante el acto hizo alusión, también, Marco Aurelio, alcalde de San Bartolomé de Tirajana. No exento de razón.
¡Esto es el joío cambio climático…!
Otros interlocutores son más atrevidos, quizás por aquello de destacar sobre lo común de la expresión, y estirando el cuello, te sueltan con aire de sabiduría científico-climatológica:
— ¡Esto es el joío cambio climático…!
«¡Carape…!», se dice uno en su interior, aunque, eso sí, sin poner en cuestión la referencia al cambio climático de estos últimos días, pero sin negarles su razón para no andar debatiendo de cuestiones como si nos jugáramos el honor ante un debate sobre el episodio de calor que, eso sí, hoy lo ha hecho… Pero de ahí a culminar con que el calor de julio es resultado del cambio climático, quizás haya una distancia.
Que nos perdone el paciente lector, pero, pasando revista a cuatro horas de callejeo, habrá escuchado esa frase, solemne, a veintitantas personas…
NOTA: Fotografía facilitada por MyCanaryIslands, tomada en la tarde del pasado 17 de julio