A pesar de la actuación llevada a cabo por la Policía Local y Nacional en septiembre pasado, para erradicar la venta ilegal en Maspalomas, prosigue la misma, como informa «maspalomasplus.com».
Y es que un lugar tan representativo y emblemático del turismo de Maspalomas, como es el mismo Paseo del Faro, lleva ya, un tiempo después, de esa actuación policial, tomada, de nuevo, desde hace largo tiempo, por los manteros y vendedores ilegales –dicho sea, de paso, con todo respeto y consideración, para evitar malentendidos– que retornan día a día a esos lugares, siempre con numerosos viandantes y transeúntes, a tender sus sábanas y colocar, encima de ellas, bolsos, gafas, relojes, gorras, y otras baratijas como son las pulseras, pendientes, colgantes, etc.
Una actuación policial, la reseñada inicialmente, que según José Carlos Alamo Ojeda, concejal de Seguridad y de Policía Local, como de resultados “muy positivos y satisfactorios”, notándose, especifica la nota informativa elaborada en su día, que «se va logrando una notable reducción de los vendedores ambulantes que ocupan ilegalmente la vía pública causando molestias a los turistas y viandantes”.

Vendedores ilegales en la playa de Maspalomas
Claro que esa declaración se corresponde con aquellas primeras semanas de septiembre. Hoy, cuatro meses después, la situación es que en aquellos lugares de tanta y tan continuada presencia de manteros y de vendedores, como son el Paseo Costa Canaria, el tramo de paseo colindante con La Charca de Maspalomas, los centros comerciales Oasis y Anexo II, y las inmediaciones del Faro de Maspalomas, sigue siendo una «parcela» controlada por los manteros. Y que suelen estar ojo avizor por todas partes por si detectaran algún uniforme azul claro, de la Policía Local, o miembros de la Policía Nacional.
Es de señalar, siguiendo la nota de prensa referida anteriormente, que «desde hace mucho tiempo los empresarios de las zonas afectadas venían denunciando la situación de perjuicio que les ocasionaba la venta callejera ilegal sin que sus quejas y demandas se vieran atendidas«.
Lo que quiere decir que, ahora, salvo error u omisión, ya no es así. Pero con la evidencia de que los manteros y vendedores ilegales, procedentes de diversos países de Africa, principalmente marroquíes y senegaleses, continúan en sus «puestos y puntos habituales», porque allí pasan largas jornadas ofertando sus productos falsificados.
Lo que no resulta, precísamente, la mejor imagen de Maspalomas. Una imagen que daña, de forma evidente, al comercio local, que paga sus impuesto, religiosamente, y la estampa de una zona tan atractiva como representan los lugares citados anteriormente, en el corazón de Maspalomas.