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15/10/2025 19:07

La misión imposible de llegar a la calle Bugandilla, en la playa de San Agustín, Maspalomas

Si usted quiere ir a la calle Bugandilla, tal como se puede leer en el oxidado rótulo de la fotografía, es una misión imposible…

«¿La calle Bungadilla? Pues no, no la conozco», «No me suena de nada… «¿La calle Bugandilla? ¡Uuuuummmm..!».

La verdad es que, por más que nos empeñemos, no está nada fácil dar con la calle Bugandilla. Lo más que puede encontrar el lector al escribir calle Bugandilla en el buscador, es que el mismo, tan inteligente, nos redirecciona a la calle Buganvilla, que no es lo mismo, pero que, en definitiva, sí es la misma.

Vamos a aclararnos: En ese lugar tan hermoso y sugestivo como resulta la Playa de San Agustín, abrazada a la mar atlántica. Un lugar sereno, apacible, y, a la vez, según los lugares, repleto de esa vida turística –siempre el principal motor económico de la Playa de San Agustín, de Maspalomas, del sur de Gran Canaria, de la isla, del Archipiélago–, donde se han cita una inmensidad de olas, una intensidad de rayos de sol, una infinidad de brisas, unos atardeceres multicolores y eternos, un tiempo siempre excelente…

Allí, en la Playa de Agustín, cafeterías, restaurantes, uno de los  spas y centros de talasoterapia más importantes del sur de Gran Canaria, centros comerciales donde cada año se celebra el «Gran Canaria Maspalomas Soul Festival«, en la misma playa,, en un gigantesco escenario ante miles de fans que llegan desde diversos países de Europa y disfrutar durante tres días con un Festival de marca.

Y entre sus numerosas urbanizaciones se encuentra la denominada «Rocas Rojas«. Levantada hace años, en un rincón hermoso y sugestivo, se encuentra, sin embargo, la calle Bungandilla, con un rótulo cos tintes de oxidado , que dejan constancia de que el mismo lleva allí colocado un largo tiempo. Tanto que, como nos confiesan los más antiguos del lugar, «es probable que ni los carteros se fijen en el rótulo, ni los taxistas, ni, tal vez hasta los mismos residentes, que, tal vez ni se hayan fijado en el letrero de la fotografía«.

Uno de nuestros interlocutores nos comenta que «no me imagino al alcalde de la época inaugurando la calle «Bungandilla» y todos los asistentes mirándose de reojo, con la risa contenida«. Para más sorpresa, la calle está lindando frente a un paso y aparcamiento continuado de coches camino de la clínica Roca.

Así son las cosas. En la urbanización «Rocas Rojas» viven y vacacionan un montón de residentes, Pero váyase usted a saber qué le puede suceder por un cambio de letra en la calle, de cara, por ejemplo, a la voracidad de la hacienda pública, o a errores de otro tipo administrativo que le pueden causar serios dolores de cabeza…

P. D. ¿Una inauguración con un rótulo nuevo, especificando calle Buganvilla?

Fotografía: Fátima Rodríguez Campos

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