El ayer de Maspalomas, con semblanzas y estampas fotográficas como las que les ofrece con periodicidad el periódico «maspalomasplus.com», se conforman de una gran belleza acompasada con la nostalgia y la sensibilidad que emana del ayer.
Una estampa que desborda esa soledad de un edificio hotelero que habría de causar sensación y convertirse en uno de los primeros faros, junto al Faro de Maspalomas, en un desordenado turismo, pero que que se ha convertido sin embargo, en el correr de los tiempos, en el principal motor económico de San Bartolomé de Tirajana.
Ahí sonaba, inmenso, el batir de las olas de la mar atlántica… Y que, hoy, muestran un rugido, quién sabe, con un sonar de muy diferentes sensibilidad.
