Playa de la Aldea. Gran Canaria. © Turismo de Gran Canaria
La revista «Lugares de Aventura» dedicaba el pasado mes de julio un amplio reportaje de Germán Larrégola titulado «El sinfín de Playas en Gran Canaria». Y que por su interés y les ofrecemos.
Playa en Gran Canaria es sinónimo de “todo el año”. Su media estable de 25º y sus rincones de arena y olas para todos los gustos permiten un océano abierto los 365 días. ¿Cuántas playas?, un sinfín.
Gran Canaria tiene tal cantidad y diversidad de playas que cada cual encuentra la que se adapta a aquello que imagina: tumbado en la arena, dejándose acariciar por las aguas tranquilas de una piscina natural, nadando sin nada más en el horizonte que esa línea que une mar i cielo… Descubriendo el fondo marino, surfeando espléndidas olas… O sea, un “yuju” interior, silencioso y calmo, o una exclamación estrepitosa al saltar una ola, que provoca la sonrisa de quienes nos observan mientras hacemos piruetas.
Hemos encontrado playas tranquilas, bulliciosas, escondidas, abiertas, piscinas naturales… Unas, a tocar de un pueblo, con una mesa esperándonos en una terraza donde, al atardecer, podemos contemplar ese mar en el que nos hemos bañado y que, siempre a la misma agradable temperatura, nos espera mañana. En esa misma playa o en otra. Y es que puede que, si hemos estado en una playa familiar y muy abierta, mañana nos apetezca ir a esa otra más recóndita, puede que, de más difícil acceso, pero perfecta para un paréntesis completo. Ambas posibilidades son entrar de lleno en el mundo grancanario.
Trocitos de paraíso para todos los gustos
Aquí empieza un recorrido por las playas de Gran Canaria, descubriendo qué nos ofrece cada una de ellas.
Las playas de la Aldea de San Nicolás, las más vírgenes
Empezamos por una zona en que la mayoría de las playas son poco transitadas. Parecen intactas en un paisaje natural casi virgen. A lo largo de los 33 kilómetros de la costa de La Aldea de San Nicolás se intercalan playas de piedra, pequeñas calas, cuevones y playas de arena.
Destacan la Playa de La Aldea, la más visitada por estar situada en el pueblo, las Playas de Tasarte y Tasartico, y, muy especialmente, las playas de Güi Güi, de arena negra y de gran belleza por el entorno que las envuelve.
Maspalomas, la playa de las inmensas dunas (San Bartolomé de Tirajana)
Seguro que todos hemos visto alguna vez la foto de esta playa, la más emblemática de Gran Canaria y una de las más especiales de la isla, aunque no la única. Es una playa donde las sensaciones están a flor de piel. Damos un giro de 360º sobre nosotros mismos y todo lo que vemos impacta. Estamos en una reserva natural extraordinaria. Son 400 hectáreas de naturaleza insólita que se extiende a tocar del mar con una charca, un palmeral y las dunas. ¿De playa? 3 km, que van desde el Faro de Maspalomas, el que antaño velaba por los navegantes y hoy parece observar a los bañistas, hasta la Playa del Inglés.
Playa del Inglés, una playa con distintos ambientes (San Bartolomé de Tirajana)
Es la continuación de la playa de Maspalomas. Esta playa, una de las más concurridas de Gran Canaria, presume de muchas cosas:
- Es perfecta para los más pequeños porque tiene partes muy resguardadas y zonas en que los peques pueden jugar a su aire.
- Los jóvenes parecen haber encontrado en ella su escenario ideal. Tan habitual es ver practicantes de jogging como de capoeira o grupos que juegan a saltar bajo las olas.
- Y, para los surfers, es genial. Aunque a estos últimos, donde es más habitual encontrarlos es en la zona nudista que tiene esta playa, una curva en el litoral esconde una zona menos transitada, para aquellos que quieren un día de playa casi solitario.
Playa de Melenara (Telde)
La Playa de Melenara es de agua y ambiente tranquilos. Aún muy marinera. Su franja de arena (600m.), de origen volcánico, es lava triturada muy fina.
La delimitan dos brazos basálticos que parecen abrazarla. Cuenta con abundantes servicios y comodidades, entre los cuales: un balneario, un parque infantil y amplias zonas de aparcamiento.
- Más playas en Telde
Melenara pertenece a Telde, un municipio que llega al mar también en otros puntos, entre acantilados y hermosas playas de lava triturada. Por eso, tiene preciosas bahías como la de Gando, cuyo puerto es probablemente el primer puerto natural de la isla.
Otras playas de Telde, más que bellas, son San Borondón y la hermosa playa de Ojos de Garza, la elegida por la mayoría de las aves de esta zona.
En los casi 10 km del litoral municipal de Telde, encontramos también la Playa de Garita que, como Melenara, es de tradición marinera. Además, las de Salinetas y Tufia, que surgen como una prolongación urbanística del antiguo asentamiento aborigen en el lugar. Telde cuenta con cuidados paseos marítimos por donde se puede disfrutar, andando, de varios kilómetros de costa.
Las Canteras, la playa cambiante (Las Palmas de Gran Canaria)
Es uno de los tesoros de Las Palmas de Gran Canaria, una larga lengua de arena de varios kilómetros que se extiende por la bahía. Una espléndida playa urbana.
Dicen los grancanarios que es su Central Park versión playera, donde se puede hacer deporte cualquier día de la semana, llevando bañador, bikini o tabla de surf. Bajo el agua, gran variedad de peces. En la arena, los que están tumbados, los paseantes, surfers, pescadores…
Y algo muy peculiar de esta playa: “La barra”. Es una larga formación rocosa que discurre cerca de la arena para proteger de las mareas una buena parte de la playa. La barra hace que el agua esté tranquila y sea perfecta para practicar natación y, algo curioso, en días de marea baja los bañistas pueden caminar sobre el agua. Pero la barra no “protege” toda la playa y las mareas y el oleaje, cada día, cambian la forma de la playa. De ahí que se la conozca como la playa cambiante y que los canariones (como se denomina coloquialmente a los grancanarios) le digan al visitante: “La playa que ves hoy no es la que verás mañana”. Continuo a la arena, un largo paseo con cafés, heladerías y restaurantes frente al mar.
Playa de Puerto Rico, una ventana al océano (Mogán)
280m de longitud dedicados al ambiente familiar y relajado. Es una playa “acogedora”, donde el mar siempre está en calma.
Las vistas al océano desde Puerto Rico son espectaculares. Una extensión de olas que llegan al puerto entre motoras y barcos de avistamiento de delfines. Y también barcos de pesca del marlín azul, ese pez picudo que tiene la mandíbula superior en forma de lanza y que puede llegar a ser inmenso. Gran Canaria se caracteriza por ser uno de los lugares donde se pueden capturar los mayores ejemplares de marlín azul. Se han atrapado especímenes de más de 500 Kg. Dicen que la Playa de Puerto Rico cuenta con el mejor clima de toda España.
Playa de Mogán, la tranquila (Mogán)
La playa de Mogán es una playa tranquila, de arena fina y aguas calmadas.
Es una playa pequeña, pero llena de vida. Los peces nadan cerca de la orilla. Los bañistas practican deportes náuticos como el kayak, el buceo, la pesca de altura o el paddle surf. Es ideal para los más pequeños porque está rodeada por un espigón que impide que el oleaje penetre hasta la orilla y eso la hace segura. Y, si vas en familia, ¿por qué no un paseo en una barca de pedales?
Alrededor de la playa de Mogán, discurre un animado paseo marítimo con bares, cafeterías, restaurantes y terrazas donde muchos se sientan a contemplar sus bonitos atardeceres. De camino hacia el puerto, nos encontramos con un laberinto de canales, que han valido a Puerto Mogán el ser conocido como la pequeña Venecia. Las buganvillas lo llenan todo de color.
El puerto pesquero, con los barcos que salen y entran viniendo de faenar, es puro costumbrismo. Degustar el pescado fresco en un pintoresco restaurante, todo un placer.
En clave, no solo de playa, esta es otra de las joyas de Gran Canaria. La tranquilidad del Puerto de Mogán solo se ve alborotada los viernes porque es día de mercado. Por cierto, vale la pena no perdérselo.
Playa de Meloneras, una elección tranquila con bellas vistas (San Bartolomé de Tirajana)
500m de largo por 75 de ancho de arena fina. Accesible desde el núcleo urbano y rodeada por un bonito paseo marítimo con restaurantes, tiendas y bares.
La playa de Meloneras ofrece una espectacular vista que abarca desde el Faro de Maspalomas hasta el puerto deportivo de Pasito Blanco. Entre la gente, golfistas que van o vienen del campo que toca la playa. A lo lejos, se ven las dunas de Maspalomas.
Playa de Amadores, la silenciosa (Mogán)
Una playa tranquila de aguas en calma y sin oleaje porque la protegen dos diques. Su arena blanca y dorada, perfecta para tumbarse en ella entre baño y baño en sus cristalinas aguas. La tranquilidad está asegurada.
En la Playa de Amadores no se permiten música ni juegos de pelota. Cuando cae la tarde, podemos ver como se oculta el sol tras la isla vecina, Tenerife. La playa conecta con el núcleo turístico de Puerto Rico por un paseo marítimo de un 1km de largo en forma de bahía.
Playas de Agaete, con un toque bohemio
Agaete parece haberse detenido en el tiempo. Un pueblo pesquero que invita al relax. Casi un refugio para aquellos que huyen de toda ostentación.
Se hace visible que cada uno hace lo que le viene en gana. Gaviotas que van y vienen, fantásticas puestas de sol y, en el Puerto de las Nieves, como fondo, un enorme acantilado, la cola de dragón. Podemos tomar el sol en la pequeña playa del puerto o ir a las piscinas naturales de Las Salinas.
Playa de San Agustín (San Bartolomé de Tirajana)
Aguas cristalinas que dejan ver pececillos nadando, arena dorada, pequeños barcos de vela en el horizonte, niños descubriendo conchas y cangrejos en la bajamar… Un precioso paseo que discurre junto a ella y mucha, muchísima tranquilidad. Desde San Agustín se puede llegar caminando a Playa del Inglés.
Y para los que siempre quieren más…
Gran Canaria está hecha de rincones que van más allá de la arena y el agua salada. Lugares inéditos que vale la pena descubrir para redondear la experiencia del sinfín de playas.