El Cabildo de Gran Canaria, en su defensa de la sensibilidad tradicional, costumbrista y popular, tan arraigada en los tiempos, ha decidido apoyar que la Federación del Juego del Palo Canario pueda formar a profesores de instituto en este deporte. ¿Veremos pronto, pues, el Palo Canario, en los centros de enseñanza?

El Cabildo apoya a la Federacion del Juego del Palo Canario para formar a profesorado de instituto en este deporte tradicional

La consejera de Industria, Comercio y Artesanía, Minerva Alonso, giró una visita el pasado martes a las clases del curso que la Federación del Juego del Palo Canario que está impartiendo al profesorado de Secundaria de Telde para que estos, a su vez, lo trasladen a sus aulas.

Y es que, después de las jornadas que celebró la Fedac y la elaboración de unos cuadernillos didácticos, ahora, este primer grupo de profesores se está formando para utilizarlos gracias a una subvención de Presidencia del Cabildo, y llevar la enseñanza de este juego considerado un vestigio de las tradiciones ancestrales de los antiguos canarios, a sus alumnos.

La consejera, quien puso en práctica sus propios conocimientos del juego, celebró junto al concejal de Cultura y Juventud de Telde, Juan Martel, el avance de este proyecto formativo, asegurando que la Fedac “comparte con la Federación el compromiso con la supervivencia de la cultura tradicional, y este deporte es una muy valiosa muestra de ella que la juventud debe seguir conociendo y practicando”.

Hemos de señalar que el Palo Canario es un deporte tradicional canario que proviene de la práctica de combate que utilizaban los pastores aborígenes de las Islas Canarias. Para esta lucha es necesario el uso del garrote, palo de madera que servía tanto para el combate como para los desplazamientos por el campo y el manejo del ganado. Actualmente se trata de un deporte reglado y se practica en Gran Canaria, Tenerife, La Palma y especialmente en El Hierro.

HISTORIA

Los pastores de las islas eran personas fuertes con gran conocimiento de la geografía de su isla. Portaban siempre un garrote, de tamaño parecido al del mismo portador, que les servía de apoyo para los desplazamientos así como para manejar el ganado. Iban solos por lo que con frecuencia se podían ver envueltos en luchas con otros pastores que querían utilizar el mismo terreno o pelear por alguna pieza de ganado. También para defenderse de enemigos extranjeros. Después de la conquista se prohibió a los aborígenes la posesión de armas, pero los pastores conservaron el uso del garrote que pasaba de manera desapercibida como palo de apoyo para el pastoreo. Se le añadió una puntera de hierro llamada puyón o regatón. Por el carácter aislado de los pastores se pudo conservar de manera clandestina la tradicional lucha. A partir de los años 40 con el abandono de las zonas rurales comienza el declive de algunas prácticas tradicionales, pero en los 70 el Maestro Jorge Domínguez realiza una investigación exhaustiva basada en entrevistas a pastores de la isla de Gran Canaria y logra recopilar gran parte de las técnicas de esta lucha.

DESCRIPCION

Se trata de una lucha con la que se intenta vencer al contrario desde una posición cara a cara y con el garrote como arma y escudo al mismo tiempo. Se utilizan los extremos, punta y regatón, para defender y atacar y la parte central, burra, como protección. Estos movimientos se conocen como braceo y mudar las manos. A estas técnicas hay que sumarles también las trabas y zapatas con las que se trata de derribar al contrario, por lo que la lucha del garrote se puede considerar un deporte con una gran variedad de técnicas.

Una curiosa estampa del juego del Palo Canario, captada de la página web de la Federación

Los garrotes reciben numerosos nombres según la isla (palo, lata, asta, astia, vara, lanza, regatón, vera) y se pueden dividir en tres grupos según el tamaño: corto, normalmente hasta el hombro; medio, del tamaño del portador; y largo, una cuarta por encima de la altura del garrotista.

Con respecto al material, los primeros palos se fabricaban con maderas de árboles que encontraban en las islas, los más comunes eran: membrillero, almendrero, ciruelo, palmera, barbusano, palo blanco, acebuche y pino canario. Las agrupaciones de luchadores del garrote se llaman pilas y se diferencian unas de otras por el color que llevan tanto en los fajines como en las puntas de los garrotes. Los árbitros, maestros y jueces utilizan el color negro. La jerarquía se basa en pintaderas triangulares, cuando un alumno alcanza las siete pintaderas pasa a un grado superior, las estrellas y ya puede lucir el fajín negro. Existen dos tipos de modalidades de competición deportiva la de Técnicas Tradicionales en Exhibición, donde se participa tanto en parejas como en grupo y los jueces valoran distintos aspectos, por ejemplo, la riqueza técnica y el ritmo. Y la de Técnicas Tradicionales en Combate, modalidad en la que los garrotes están adaptados y el contacto está aceptado. En los combates o garroteadas absolutas se lucha sin hacer diferencias entre hombres y mujeres.

Hoy en día se practica como deporte reglado en las islas de Gran Canaria, Tenerife, La Palma y especialmente en El Hierro.

¿Estaremos, tal vez, en los primeros pasos para que el deporte del Palo Canario, tan asentado y curioso en el panorama de las tradiciones de la etnografía y cultura canaria, vaya adentrándose, paulatinamente, en las aulas de los centros de enseñanza en Gran Canaria?