Durante la I Feria de la Mujer Rural, celebrada ayer en Fataga, Marco Aurelio Pérez, el alcalde se arrancó por danzas populares.

Una estampa que no resulta frecuente en los representantes públicos, que, a fin de cuentas son tan de carne y hueso como los demás, que se emocionan como los demás con los acordes populares…

Ayer, sábado, tuvo lugar la celebración de la Primera Feria de la Mujer Rural, en medio de una serie de puestos con sus ofertas y variedades de productos y esencias canarias, quesos, vinos, dulces, verduras, frutas, en un día de apretado calor, por la pesada presión de la calima, y a los acordes del más rico y puro folklore popular, con genuinas muestras de canariedad, como la celebración de una fiesta nacida y arraigada en el alma canaria, .

Un alma canaria, más aún la rural, en celebraciones como la de ayer, en Fataga, desde donde se pretende seguir divulgando y expandiendo las riquezas del mundo rural canario, en un itinerario no solo sin fin, sino que cada día se trata de divulgar más y mejor, desde los estamentos administrativos y los deseos de la gente canaria. Que el campo es muy rico, está demasiado abandonado y requiera de muchas ayudas. Como ayer se dejó muestra en Fataga.

Una Feria a la que se acercó Marco Aurelio Pérez, alcalde de San Bartolomé de Tirajana, y que recorrió todos los stands entre precios de mercados, marchas de negocios, preocupaciones e inquietudes de los agricultores y productores.

El gentío recorría los stands y se dejaba llevar por los sones de la música popular canaria… Y en esas, mientras los visitantes curioseaban y tarareaban los ecos de la música, el alcalde, ni corto ni perezoso, se lanzó a la pista de baile, con una de las Agrupaciones Folklóricas, en concreto de la Escuela de Música y Danza, y, como pregonan Los del Río en la canción «Macarena», le dio «alegría a su cuerpo«, arrancó su marcha y se puso a bailar.

Por allí se andaba, cámara en ristre, el fotógrafo que seguía la pista al alcalde, Marco Aurelio Pérez, y nos remitió esta instantánea en la que se ve a Marco Aurelio dejándose llevar por el ritmo de una bailadora, Cristina Rodríguez León.

Desconocemos cómo se le da el baile popular al alcalde, pero como señala el viejo lema «lo importante es participar«.