Así lo subraya una información de Enrique Recio que hoy aparece en el periódico digital «The Objetive», que por su interés, les ofrecemos. Canarias sigue siendo la mayor receptora de inmigrantes.
El giro con el Sáhara Occidental ya no frena la inmigración procedente de Marruecos. España ya recepciona más pateras que hace un año, cuando el acuerdo entre Mohamed VI y el Gobierno de Pedro Sánchez por un mayor control migratorio en sus fronteras comenzaba a materializarse en las estadísticas. En lo que llevamos de 2023, 15.603 inmigrantes, la mayoría oriundos del país alauí, han arribado hasta las costas españolas a bordo de 741 embarcaciones, un 4% más que en 2022, según los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior. La mitad de ellos, 7.463, han llegado a territorio nacional en los últimos dos meses.
Este cambio de tendencia se inició a principios del mes de julio. Hasta entonces, el pacto rubricado por Madrid y Rabat había estancado, aunque de manera leve, los flujos migratorios. Cabe destacar, no obstante, que le época estival también incentiva la llegada de embarcaciones. Canarias es la región que ha recepcionado la mayoría de inmigrantes en 2023, 8.508 ciudadanos de origen magrebí, una cifra, sin embargo, un 11,3% por debajo del año pasado, de acuerdo con las cifras del área dirigida por Fernando Grande-Marlaska.
El repunte de inmigración en el archipiélago —en los dos últimos meses se ha disparado en un 93,1%— ha dejado capítulos mortales, como el del pasado 24 de junio. Fue cuando la ruta canaria se cobró la vida de un menor y de una treintena de pasajeros tras naufragar una embarcación, con 60 personas a bordo, que había zarpado de Cabo Bojador (Sáhara) rumbo al sur de Gran Canaria. Un accidente que todavía investigan las autoridades, puesto que los servicios de emergencias marroquíes tardaron más 12 horas acudir a la zona del rescate, a 100 kilómetros de la costa del Sáhara Occidental.
Andalucía y Baleares
Donde más crece la llegada de inmigración es en la costa de Andalucía y Baleares, en concreto, un 31,8% respecto al mismo periodo del año pasado. Hasta hoy, 6.962 personas procedentes de Marruecos y Argelia, han llegado a estas regiones a bordo de 553 embarcaciones. Según indican fuentes policiales, la zona de Algeciras y Almería son las que están recibiendo más presión migratoria en las últimas semanas.
Sin ir más lejos, hace tres días, el pasado 31 de julio, cuatro pateras alcanzaron distintos puntos de la costa almeriense con más de un centenar de personas a bordo, según informó Efe. Ochenta de ellos llegaron en dos lanchas a la playa de Guainos Bajos, en Adra (Almería). Hace un mes, entre tanto,el el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, ya destacó «la especial incidencia en la llegada de pateras» a la provincia andaluza, así como los esfuerzos de las fuerzas de seguridad en combatir a las mafias dedicadas al tráfico de personas.
La ruta de Nador
Esta ruta migratoria se ha reactivado desde principios de este año. Tanto es así que más de un millar de migrantes marroquíes han llegado a Almería en lo que va de 2023. Estos recorridos vía lancha, custodiados por las mafias, parten de la región de Nador y varias playas cercanas a la localidad de Alhucemas, y terminan en la costa andaluza que va desde Motril hasta la capital almeriense, según las fuentes consultadas por este diario.
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Estos datos marcan un stop al descenso progresivo de la inmigración que se había producido desde finales de diciembre de 2022 en España, cuando bajó un 25,6% respecto al año anterior. Este porcentaje ha ido cayendo conforme se ha ido acercando el verano. Si a finales de mayo, las llegadas irregulares habían caído un 31,6% respecto al mismo periodo de 2022, esa cifra porcentual se sitúa ahora, a finales de julio, en un 3,3%%, siempre según las estadísticas de Interior.
En total, inmigración marítima y terrestre se sitúan por debajo de la registrada en 2022. Hasta julio, 16.174 inmigrantes llegaron a territorio español, frente a a los 16.718 que lo hicieron el ejercicio anterior. El principal problema, advierten fuentes policiales, es que Marruecos no acepta la devolución de ningún inmigrante desde hace tres años «porque no tienen pasaporte o lo tienen caducado», un requisito indispensable que exige el país alauí para aceptar a sus patriotas de nuevo.