El Maspalomas Costa Canaria Soul Festival se ha convertido, con solo siete ediciones, en una de las citas más importantes de la oferta cultural del verano en las islas y en un referente en el circuito europeo dedicado a la música soul.
Así lo ha afirmado Graziano Uliani, director del Porretta Soul Festival, que se celebra desde hace 30 años en la ciudad italiana de Bolonia y que es actualmente uno de los eventos de música negra de mayor envergadura que se celebran en el continente.
Graziano Uliani, que ha estado presente en las siete entregas de este festival que se celebra en la playa de San Agustín, destaca el “marco incomparable” donde se celebra el evento, con el escenario ubicado a pie de playa, y la calidez del público que cada año se cita en este lugar de la costa del sur grancanario dispuesto a bailar y a disfrutar de la música en directo con las actuaciones de artistas de gran nivel. Uliani explica que “desde hace años, cuando se hablaba en Europa de soul, el festival Porretta de Italia era una referencia, y ahora el Maspalomas Costa Canaria Soul Festival también se ha ganado un lugar por su calidad”, y añade que ambos eventos “son gemelos, porque ambos se celebran en el mes de julio, y a la vez complementarios, porque el Porretta se celebra en la montaña, cerca de los Apeninos, y el Maspalomas Soul Festival lo hace en la playa”.
Por su parte, la directora del festival, Dania Dévora, quien adelanta que ya está trabajando y mirando artistas para el 2024, agradeció la colaboración del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y del Cabildo de Gran Canaria en este proyecto, “y al público, que ya forma parte de la familia del soul en Canarias y que con su asistencia nos permite seguir creyendo en el futuro de este festival, que se ha ganado un lugar en el circuito nacional e internacional”.
La segunda jornada del festival sureño volvió a contar con un público amplio y diverso, al que puso a bailar las propuestas de la formación canaria Family Soul Band, que demostró con su repertorio que merecía estar en ese escenario; los deejays Dan Dombrowe y Sergio Miró, Katrina Anderson, Charlie Wood, John Németh y The Blues Paddlers, que pusieron patas arriba al público por su entrega y desparpajo. La formación de Memphis, The Bo-Keys, sirvió este año de banda base para los artistas, que destacaron la entrega del público y el espacio natural donde se celebra el festival.