La política del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está marcando un más que complejo y delicado panorama para el Archipiélago Canario. Uno de los objetivos del rey Mohamed VI y el reinado alauita. Unos planteamientos y unos movimientos ante los que los políticos canarios, a la llamada de la cita electoral del 28 de mayo próximo, deben de mostrar sus cartas, con la máxima claridad, en la defensa de los intereses españoles.

Una hora, de una complicada situación por culpa, tan solo, del gobierno socialista, que ha apostado por incidir en una manifiesta serie de errores en la política pro-marroquí y que, de uno u otro modo, afectan al pueblo canario. Tal como se puede constatar día a día, en una población inquieta ante las derivas de Pedro Sánchez en un asunto tan nítido como rotundo, como debe de ser, para todos, la españolidad infranqueable, indiscutible e incontestable de las Islas Canarias.

Ante el silencio cautivo de Pedro Sánchez y del Gobierno, en un asunto de tan vital importancia para el Archipiélago y para España, es hora de señalar que ante una campaña política, con la intensidad argumental como la que hay en juego de cara al 28 de mayo, los líderes de los diferentes partidos políticos canarios, sin excepción, deben de pronunciarse sin ningún tipo de ambages, con la mayor transparencia ante un tema de significativa envergadura. Tema que preocupa, desde hace tiempo, y sobre todo en los últimos meses, a raíz de las cambiantes decisiones de la política exterior española, marcada por Pedro Sánchez, ante Marruecos y las derivadas de sus consecuencias.

Angel Víctor Torres, presidente de Canarias, no puede eludir en un momento tan transcendental la profundidad y hondura de ese debate, como no lo pueden eludir los demás candidatos a la presidencia del Gobierno autonómico. a fin de evitar silencios, confusiones, vaguedades, indecisiones, dudas, olvidos y otros…

Nos encontramos en un tiempo de definición, exposición y compromiso de los programas de los diferentes partidos del abanico político, del mismo modo que nos encontramos ante la campaña de unas elecciones municipales y autonómicas que resultan muy importantes, y con el añadido de que, en tan solo seis o siete meses, los españoles tendremos que abordar las próximas elecciones generales, con el Gobierno de España en juego.

Más vale que ahora se defienda con una firmeza absoluta y comprometida al máximo la incuestionable españolidad de las Islas Canarias antes los silencios voluntarios de algunos por temor a las urnas y callar vergonzantemente en un asunto tan transcendental para la propia seguridad y estabilidad de los canarios.

Y quien quiera entender, que entienda.