Las cercanías de Maspalomas, lugar emblemático del turismo español y europeo, no son, en ocasiones, precisamente idílicas. El campo de fútbol, que llega desde el trayecto del Salobre, es un ejemplo de abandono y mala imagen de San Fernando de Maspalomas.
Un lugar, El Calderín, al que se accede desde tres vías: La que llega del Salobre, la que accede desde El Tablero, y la que llega en un ramal del camino que lleva al colegio Arenas.
Tres caminos tercermundistas, abandonados, desastrosos, viejas casas de cuarterías, peligrosos para la propia circulación de los excursionistas, que, en ocasiones, se ponen a dar vueltas y se adentran por los lugares más insospechados.
En esta ocasión, lleguen por donde lleguen a El Calderín, se encontrarán chabolas, desatenciones, campos asfixiados de abandono por un lado, y por una planta fotovoltaíca.
Cementerio de coches en la carretera Salobre-El Calderín, orillado al campo de fútbol de El Calderín
El campo de fútbol, situado en la carretera, al lado de un cementerio de coches abandonados, en la misma carretera, rodeado de chabolas, se presenta como otro terreno yermo. Prestando otra de esas malas imágenes de estos alrededores de San Fernando de Maspalomas y de Maspalomas, que deberían de cuidarse con bastante más esmero de lo que lo están.
Precisamente, allí, en El Calderín, está situado el restaurante «Los Tabaibales», con una gran capacidad de clientela, y al que, sobre todo los fines de semana, llegan muchos visitantes a la espera de la degustación de la comida.
Pero, desde luego, la imagen que se ofrece camino de El Calderín nos sirve de llamada de atención al Ayuntamiento. Al menos para que cuide más y mejor estos lugares de las proximidades de Maspalomas. A sus gentes, su presencia y para su mejor servicio.